Más exigente pero más seguro

Entre los que se estrenan en el reto y los que batallarán por ganar, pocas diferencias se constatan en las jornadas previas a la puesta en marcha del rally Dakar, la carrera por etapas más larga y más exigente del mundo. La organización precisa de tres días para constatar que todos los inscritos pueden tomar la salida en condiciones óptimas. Que lleguen al lago Rosa de Dakar el día 15 de enero es otra historia. No es extraño que el parque cerrado de Lisboa, ubicado en el Centro Cultural Belem, a orillas del Tajo y con el majestuoso puente 25 de Abril en el horizonte, sea un hormiguero de gentío que, a toda prisa y certificados en mano, corren de aquí para allá para cumplir con los horarios de las verificaciones, tanto administrativas como técnicas, pero ineludibles en cualquier caso.

La organización reduce las ayudas en navegación a un libro de ruta y a algunos puntos ocultos

En total serán 724 vehículos los que este año formarán la ya mítica caravana del Dakar, entre participantes que correrán en moto (232), en coche (178), en camión (74, tras la descalificación de los 5 camiones DAF por irregularidades en la homologación), y en vehículos de asistencia (240). De todos ellos, el 33% es de nacionalidad francesa y el resto completan un conjunto de 40 nacionalidades.

Los elegidos que consigan llegar a Dakar, el objetivo más anhelado, habrán dejado tras de sí 9.043 kilómetros, de los cuales 4.813 habrán sido cronometrados, y habrán atravesado seis países (Portugal, Marruecos, Mauritania, Malí, Guinea y Senegal) en las 15 etapas del rally.

La edición que empieza hoy viene marcada por las significativas novedades implantadas en el reglamento por Amaury Sport Organisation (ASO), la empresa promotora. En una prueba con la permanente sombra de la falta de seguridad, la organización se ha volcado en tratar de reducir un punto el factor de riesgo, algo que por otro lado se presenta siempre como uno de sus más atrayentes reclamos.

De las novedades implantadas, destaca sobremanera la reducción de las ayudas en cuanto a la navegación. Mientras que en las pasadas ediciones la utilización del GPS situaba la posición exacta respecto al eje ideal del rumbo, esta vez los participantes sólo se podrán guiar por el road book (libro de ruta) y por unos way points (puntos ocultos), que sólo aparecerán en la pantalla del GPS cuando el vehículo en cuestión se encuentre dentro de un radio de tres kilómetros alrededor del control de paso. Además, los pilotos de motos deberán estar alerta para no rebasar la velocidad límite de 150 kilómetros por hora y no sufrir una penalización. También con el espíritu de evitar accidentes, los repostajes han pasado a situarse cada 250 kilómetros, 100 menos que en la edición de 2005, lo cual permite reducir el depósito de combustible de las máquinas, con la consiguiente pérdida de peso del conjunto.

Numerosos cambios para esta 28ª edición del Dakar, el rally más duro del mundo.