La cantera mediática
El fútbol base del Espanyol gana casi todo en divisiones inferiores, pero escasos jugadores se asientan y triunfan en el primer equipo
Ellos eran altos, rápidos, musculosos. Quizá demasiado para su edad. Pero no tan técnicos ni tenían tantas nociones de cómo situarse sobre el campo, cómo mover la pelota para abrir huecos, desgastar al rival. Por eso ganaron a Camerún los críos del Espanyol alevín, en la final del Torneo Internacional de Fútbol 7 de Arona (Tenerife). Contra pronóstico, pudieron con la maciza Camerún (2-0) revalidando un titulo que ratifica, una vez más, que los cimientos del fútbol base del Espanyol son sólidos. O por lo menos, dan triunfos. "¡Queremos la PSP (Play Station Portátil) porque el presidente [Daniel Sánchez Llibre] nos la prometió el año pasado cuando ganamos!", reclamaba el joven Cristian en los micrófonos de la Cadena SER. "Dani ha dicho tres veces que compren las máquinas, pero la burocracia interna del club ha frenado la orden; bien por no gastar, bien por diversos malestares entre los empleados", asegura Josep Maria Casanovas, responsable del fútbol base del Espanyol.
En los últimos años, las categorías inferiores del club blanquiazul han ganado casi todo: dos Copas del Rey, otras tantas Copas Nike, el torneo internacional de Brunete, televisado por Canal+ y con audiencias notables. La temporada pasada, el club prestó a las selecciones inferiores de España un total de 30 jugadores. "Los éxitos no llegan porque sí", afirma Casanovas, que añade: "Tenemos excelentes profesionales que trabajan todos los días. La estabilidad, continuidad, y la relación que tenemos es la base del éxito".
Al final, sin embargo, pocos jugadores que triunfan en la cantera terminan teniendo peso en el primer equipo. De hecho, sólo Tamudo, en los últimos años, ha llegado a la selección española. Actualmente, en el primer equipo del Espanyol, hay siete jugadores formados en la cantera -Tamudo, Lopo, David García, Moisés Hurtado, Jonathan, Jarque y Corominas-. "Creo que desde la quinta de Sergio (Deportivo), Tamudo y De Lucas (Alavés), no habíamos tenido tantos chavales formados de casa", dice Márquez, segundo técnico blanquiazul.
Los números bajan si se atiende a los cinco últimos años; apenas cuatro jugadores se han asentado en el primer equipo -Jarque y Moisés Hurtado como titulares; Jonathan y Corominas como reservas-. Edu Mauri, jefe de los servicios médicos del club y ex jugador formado en la cantera blanquiazul, entiende que hay dos motivos para explicar la dificultad del salto de Segunda B o Tercera -donde está el filial- a la máxima categoría: "Primero, tienen que tener mucha fortaleza mental porque a esa edad es muy fácil distraerse con cualquier cosa. Y, segundo, sería más fácil que los jugadores subieran conjuntamente con el entrenador, pero eso obliga a hacer cantera de entrenadores". Tal fue el caso de Paco Flores, ahora técnico del Almería, que llevó a la generación Tamudo al título de Copa en el 2000, o de Tintín Márquez. "Aunque es más complicada, la idea de promocionar a los entrenadores con los jugadores me parece magnífica", afirma Márquez. "Sería maravilloso", conviene Flores, "pero el club desconfía de los entrenadores. No sé cuanto necesita el todopoderoso senado blanquiazul para entender que deben replantearse la política de contratación de técnicos y fichar a uno para cinco años". Y sentencia: "No se puede trabajar con la exigencia de resultados inmediatos, con un entrenador por año. Prima la apuesta por los veteranos antes que la confianza en los chavales". Cinco entrenadores diferentes en cinco temporadas, según Paco Flores, cierran el camino: "La cantera es ilusión. Si se la quitan, les matas". Javier Clemente, ex técnico periquito y entrenador del Athletic, ahonda en esa idea: "Los entrenadores necesitan tranquilidad para apostar por la base". Mágico Díaz, ex jugador blanquiazul y ahora representante de futbolistas, le da la razón: "Cuando llega un técnico, su prioridad es fichar. Luego, tiene que justificarlos con minutos. Por eso los jóvenes no tienen oportunidades".
El central Lopo, que lleva en el club casi desde que aprendió a andar, entiende que cada día es más complicado ascender del filial. "Los chavales demuestran cada año, a base de títulos, que tienen la base y los fundamentos para llegar a Primera. Pero al final, el club acaba fijándose antes en un extranjero". Aunque matiza: "En el filial siempre hay gente llamando a la puerta del primer equipo". Javier Clemente ex seleccionador al tiempo que socio españolista por haber sido su entrenador en tres etapas, advierte: "Parece que hay madera, pero una cosa es tener equipos para ganar torneos infantiles y otra formar jugadores para el primer equipo ". Flores, cree que si hay materia prima es por culpa de lo que él llama escogedor: "En el club hay un tío que sabe escoger. Será lo que sea, raro o complicado, pero Casanovas sabe elegir magníficamente". Por alusiones, coge el testigo el responsable del fútbol base, que lamenta falta de apoyos una linea más definida e independiente; "Los entrenadores y dirigentes cambian pero la escuela no". Y en eso coinciden todos, el futuro del Espanyol pasa por la cantera.
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