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Incautados en Madrid 2.200 kilos de cocaína procedente de Venezuela

La droga iba oculta en contenedores de plástico para combustible

F. Javier Barroso

Los agentes de la Brigada Central de Estupefacientes han decomisado un envío procedente de Venezuela con 2.200 kilos de cocaína y han detenido a tres personas en Madrid. El cargamento, que iba oculto en contenedores de plástico para combustible, había llegado a Holanda en un vuelo procedente de Venezuela. La policía piensa que tras un envío tan grande debe haber una amplia organización delictiva.

La forma de envío del estupefaciente es una de las más novedosas con las que se ha topado la policía española. Los agentes tenían información de que ese tipo de mercancías (los contenedores de combustible) y la ruta elegida eran "de alto riesgo", según un responsable policial. Por eso decidieron someterlo, junto con Vigilancia Aduanera, a un estrecho control a su llegada a Barajas.

La mercancía declarada en la aduana venezolana era de aceites industriales y líquidos separadores de hidrocarburos contenidos en esos recipientes. El material estaba dirigido a una empresa de Sevilla, pero había fundadas sospechas por parte de los investigadores de que la mercancía podría tener como destino una nave en un polígono industrial del extrarradio de Madrid, en concreto en Loeches.

Los agentes siguieron a los camiones que trasladaban la mercancía y comprobaron que uno transportaba cinco de los 10 bidones a una nave de Loeches, por lo que decidieron intervenir.

Tras serrar los contenedores, los policías hallaron paquetes de un kilogramo de peso, con forma de ladrillo. En su interior había cocaína en forma de roca cuya pureza ronda el 95%, según fuentes de la investigación. Cada uno de los contenedores tenía unos 200 ladrillos, sin ninguna marca exterior. De todas formas, la droga ha sido enviada a especialistas de la Policía Científica para que determine su pureza exacta y si había algún logotipo oculto que permitiera conocer el origen del estupefaciente.

Los cinco contenedores que estaban depositados en Barajas también contenían la misma carga de estupefaciente.

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El precio de los 2.200 kilos en el mercado negro habría alcanzado los 7,3 millones de euros, según fuentes policiales. Tras ser adulterada, se podrían haber conseguido más de cuatro millones de dosis, cuyo precio de venta en el mercado ya lista para consumir superaría los 24 millones de euros.

La operación se ha saldado con la detención de tres personas de nacionalidad española. Se trata de M. A. T. F., de 27 años; S. G., de 30, y J. G. C., de 33. El primero tiene antecedentes policiales por tráfico de droga y el tercero por delitos contra la propiedad (robos).

Según fuentes de la Dirección General de la Policía, el alijo aprehendido ayer es el mayor de cocaína de los últimos años en la Comunidad de Madrid. La operación no está cerrada, ya que, según fuentes de la investigación, un envío tan importante de droga debe tener una amplia organización detrás. Debía haber personas encargadas de su vigilancia, corte y distribución por todo el territorio nacional. "Al haber tantos kilos en circulación nos hace pensar que la cocaína iba a ser vendido por toda España", añadieron fuentes del caso.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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