El Plan de Málaga prevé dos nuevas desalinizadoras para paliar las sequías

Paliar los estragos de la sequía en la ciudad de Málaga será una tarea de años. Para tener éxito a medio plazo, el avance del Plan de Ordenación Territorial prevé la construcción de dos desalinizadoras en su área metropolitana. El equipo redactor del plan que afectará a 750.000 personas, encabezado por el arquitecto Manuel González Fustegueras, presentó ayer la propuesta para superar sequías venideras y de paso contestar a la oposición del alcalde, Francisco de la Torre, que no acudió a la reunión.

"Es un error construir desalinizadoras cuando estamos en una zona en la que llueve bastante en términos habituales", afirmó el alcalde la semana pasada. El secretario general de Ordenación del Territorio de la Junta, Vicente Granados, recurrió a la ironía: "No era 28 de diciembre ese día. Los datos de las reservas de agua son espeluznantes y al alcalde le pido sentido común". El delegado de Obras Públicas, José María Ruiz Povedano, también mostró su sorpresa: "Es un poco triste que el alcalde no sepa dónde está la España seca", criticó. Las desalinizadoras se ubicarán a ambos márgenes del área metropolitana, en la desembocadura del Guadalhorce y en la zona de La Araña.

El avance del plan incluye tres futuras áreas residenciales para vivienda protegida y de renta libre, en Campanillas, Soliva y Alhaurín de la Torre. La intención del equipo redactor es evitar la creación de guetos, y la densidad de construcción de estas zonas oscilará entre un 55% y un 65%, según aclaró Fustegueras.

Articular el crecimiento

Para articular este crecimiento son necesarias unas comunicaciones que eviten multiplicar el colapso habitual que ya sufre la ciudad. La zona de Castañeta y una vía metropolitana que la atravesará serán el punto neurálgico del Valle del Guadalhorce. La red de metro se ampliará hasta el Parque Tecnológico por el Oeste y hasta Rincón de la Victoria hacia el Este, por lo que sobrepasará la barriada de El Palo.

Los dos corredores ferroviarios se conectarán, y el puerto de Málaga se potenciará y declarará de interés general. Además, está previsto un corredor marítimo terrestre a modo de eje verde por el litoral, así como otro en el Valle del Guadalhorce.

El equipo redactor se reunió ayer con representantes de seis municipios para que presenten alegaciones y sugerencias al plan, que la Junta prevé podrá aprobarse el próximo junio para hacerlos coincidir junto al de la Costa del Sol Occidental y el de la Axarquía. El plan busca lograr un "crecimiento sensato que evite distorsiones en el mercado inmobiliario". Granados señaló que el plan permitirá a los municipios del interior superar el desarrollo de su suelo en un 20% por encima de los índices de crecimiento experimentados históricamente, mientras que el margen se reduce al 15% para las localidades costeras.

A la ausencia del alcalde de Málaga se le sumó la del alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández (PP), quien abandonó la reunión durante su transcurso y anunció que impugnará el plan previsto. "Sentimos indefensión al negársenos la posibilidad de estudiar algo que afectará tan trascendentalmente a nuestro municipio", criticó Fernández. Ruiz Povedano contestó a su desaire: "Fernández no tolera que haya ciertos aspectos supramunicipales en los que la Junta debe actuar".