Vincent Schiavelli, actor

El actor italo-estadounidense Vincent Schiavelli, popular por sus trabajos en películas como Ghost y Alguien voló sobre el nido del cuco, falleció ayer a los 57 años en su casa de la localidad de Polizzi Generosa, en la isla italiana de Sicilia, lugar del que era originaria su familia materna y en el que vivía desde el pasado año.

Nacido en Nueva York el 10 de noviembre de 1948 y tras estudiar interpretación teatral en la Universidad de Nueva York, debutó en el cine en 1971, de la mano del checo Milos Forman, en el filme Juventud sin esperanza; Forman convertiría a Schiavelli en uno de sus actores fetiche y le entregaría personajes secundarios en muchas de sus posteriores producciones.

Con el cineasta interpretó, entre otros, al recordado lunático Frederickson en Alguien voló sobre el nido del cuco (1975), al criado del tormentoso Salieri en Amadeus (1984) o al pintoresco Chester de El escándalo de Larry Flint (1996). Schiavelli participó en casi 100 películas y en más de 50 producciones televisivas, entre las que destacan Starsky y Hutch, Corrupción en Miami y Expediente X.

Su más que peculiar físico marcaría de manera obvia su carrera, aunque también le serviría para mantener una sorprendente empatía con los espectadores de todo el mundo, que se entregaban a él en cuanto aparecía en pantalla.

Schiavelli cargaba con casi dos metros de estatura y con unas facciones tan llamativas como moldeables, tan jugosas como polisémicas, en las que lograba conjugar el misterio más absoluto, una amplia gama de tonos tétricos y, al mismo tiempo, una peculiar cercanía afectiva.

En el año 1997, Schiavelli sería elegido por la revista Vanity Fair como uno de los 20 actores de carácter más importantes del cine estadounidense. Y es que, durante más de tres décadas, trabajó de manera estajanovista en todo tipo de películas, a un ritmo frenético en el que alternaba filmes alimenticios con obras de gran talla.

Desde sus primeros años como actor, en los que logró interpretar al primer personaje gay que aparecía en una serie televisiva de éxito en Estados Unidos, el Peter Panama de The Corner Bar (1972), Schiavelli trabajaría con cineastas como Paul Mazursky (Una mujer descasada, 1978) y Robart Altman (El rabino y el pistolero, 1980), hasta que llegase el año 1990, en el que regaló una de sus interpretaciones más queridas: el fantasma del metro de Ghost, que ayudaba a regañadientes a Patrick Swayze a asumir su condición espectral. Un ejemplo del trabajo de Schiavelli, en el que lograba que un personaje en principio terrorífico atrapase el cariño del espectador hasta convertirse en entrañable.

En el año 2001 llegó incluso a dirigir una obra teatral en Sicilia, en la que rendía homenaje a su cultura italiana, hablada íntegramente en dialecto siciliano. Como curiosidad, cabe reseñar que Schiavelli era nieto de un cocinero siciliano, quien supo inculcarle su amor por los fogones: el actor publicó varios libros de recetas, en su mayor parte italianas, en los que mostraba sus trucos culinarios.-