El juez envía a seis islamistas a prisión y deja a otros 12 en libertad

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu decretó anoche la prisión incondicional de seis de los 18 islamistas presuntos miembros de una red de captación de voluntarios para engrosar las filas de Al Qaeda en Irak, Chechenia o Cachemira y dejó en libertad a los 12 restantes, aunque permanecen imputados y con obligación de comparecer en el juzgado.

El juez envió a prisión, por presunto delito de pertenencia a organización terrorista, al iraquí Hiyag Maan, alias Abu Sufian, considerado el líder de la red, quien habría tenido un encuentro con el líder jordano Abu Musab al Zarqaui, para el que trabajaba reclutando combatientes suicidas. También acordó la misma medida para Andrey Misura, alias Amin el Ansari, bielorruso instruido militarmente en Chechenia, conocedor de cómo fabricar armas químicas y persona de confianza del anterior. Misura instruyó a Oussama Agharbi, marroquí que fue encontrado oculto en la mezquita de Benalmádena (Málaga) a la espera de su traslado inminente a Siria, para ponerse a disposición de Al Qaeda y también en prisión incondicional.

El juez decretó asimismo prisión, por colaboración con organización terrorista, para el español José Antonio Doña Martín, quien mantenía una relación sentimental con Abu Sufian, y cuyas actividades financió con 30.000 euros; y para Mohammed Srifi Nali, salafista radical líder espiritual del grupo, y Boucaib Kaka, quienes dirigían los rezos en ausencia del imán de la mezquita de La Unión, en Málaga.