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Reportaje:

El griego del dedo gordo

Un miembro del COI revela que un error en la votación de Singapur por parte de Lambis Nikolau privó a Madrid de los Juegos 2012

Después de las votaciones de Singapur, no hubo analista y experto que no esgrimiera todo tipo de argumentos -la guerra de Irak, la simpatía de Tony Blair, la fobia antifrancesa, la elegancia de Sebastian Coe...- para explicar la sorprendente victoria de Londres sobre París por 54-50 en la última votación. Nadie, sin embargo, esgrimió la verdadera razón, mucho más pedestre y que ayer reveló ante la BBC de Londres el israelí Alex Gilady, influyente miembro del Comité Olímpico Internacional (COI), y que lee así:

Si un miembro griego del COI llamado Lambis Nikolau no hubiera sido ligeramente torpe de dedos en la tercera votación para elegir la sede de los Juegos de 2012, Madrid habría sido, muy probablemente, la ciudad elegida, en lugar de Londres, que en la cuarta y última ronda derrotó a París. "Un amigo miembro me dijo que se había equivocado de botón al votar", explicó Gilady, "que había apretado el de París cuando quería votar a Madrid".

Las ediciones en Internet de la prensa inglesa bautizaron inmediatamente el asunto como el caso del griego del dedo gordo y se abandonaron a todo tipo de especulaciones. Según Gilady, la tercera ronda, cuyos resultados tardaron en conocerse más de lo normal, lo que abrió también el grifo de las especulaciones entre los asistentes a la cumbre de Singapur, no debería haber terminado con 39 votos para Londres, 33 para París y 31 para Madrid, que perdía, sorprendentemente, un voto respecto a la segunda ronda y quedaba, así, eliminada, sino 39-32-32. El empate entre París y Madrid se debería haber resuelto, entonces, en una votación suplementaria. "Y allí", dijo Gilady, "todos los votos que apoyaban a Londres habrían ido para Madrid, ya que la ciudad que más temían para la final era París. Después, en la final, curiosamente, Madrid se habría impuesto a Londres, porque habría acumulado además todos los votos que apoyaban a París. Eso es lo que yo llamo buena fortuna y buena suerte".

Las palabras de Gilady, inmediatamente desmentidas desde el COI, que las considera meras "suposiciones y especulaciones", confirman las sospechas expresadas en Singapur por la candidatura madrileña, que recordaba que después de la votación equivocada Nikolau había protestado diciendo que no había tenido tiempo para votar. Sin embargo, al efectuar el recuento se comprobó que se había contabilizado todos los votos y Nikolau no prosiguió con su protesta ni declaró públicamente que se había equivocado. "De esto ya hablamos el mismo día de la votación y no tiene sentido volver a sacar el tema seis meses después", dijo Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español. "De todas maneras, las declaraciones de Gilady confirman lo que todo el mundo sabía, las posibilidades de Madrid de ganar".

Lambis Nikolau, poco después de ser elegido vicepresidente del COI en Singapur, en julio pasado.
Lambis Nikolau, poco después de ser elegido vicepresidente del COI en Singapur, en julio pasado.AP

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