Olentzero, en los tribunales

Quién le iba a decir a olentzero, el viejo carbonero nacido en la localidad navarra de Lesaka y a punto de cumplir sus 50 años de vida en Pamplona, que iba a acabar ante los tribunales, pagando fianzas de 1.000 euros para poder salir a la calle y condenado por los jueces del Tribunal Superior de Justicia (TSJN) por evidente "mala fe" al pago de costas procesales. Pero así ha sido.

Las tradicionales comitivas de la tarde de Nochebuena, que recorren Pamplona desde 1956 tienen que pagar una fianza de 1.000 euros para poder salir a la calle.

La impuso en 2003 el equipo de gobierno de la alcaldesa Yolanda Barcina (UPN) que, cansada de contemplar cómo en algunas de las comitivas se portaban evidentes signos de apoyo al terrorismo, decretó reglamentariamente que los olentzeros debían carecer de pancartas, publicidad o cualquier signo de reivindicación ajena a su contenido etnográfico y cultural. Si se incumplía la norma, se perdía la fianza.

Jugadores de Osasuna o el cineasta Montxo Armendáriz firman en apoyo a este acto

En 2004 se repitió el juego y este año cuatro olentzeros han pagado y otros seis, organizadores de comitivas de barrio, ante las fricciones con el Ayuntamiento, decidieron pedir autorización a la Delegación del Gobierno para eludir el pago de la fianza con un permiso otorgado por otra institución.

Ante la respuesta de la Delegación gubernativa, que manifestó su incompetencia para regular un evento festivo tradicional, los abogados de los olentzeros de Pamplona recurrieron en la vía contencioso-administrativa ante el TSJ de Navarra, pero perdieron el recurso y la sala de lo Contencioso-Administrativo les ha condenado además al pago de las costas procesales al considerar que actuaron con "temeridad" y "mala fe" sabedores de que su pretensión era injusta.

Nunca antes un acto así había llegado a materializarse en una deliberación de los magistrados de todo un tribunal superior. Pero en Navarra, Olentzero ha llegado hasta lo más alto. Y los jueces han respaldado al Delegado del Gobierno, el socialista Vicente Ripa, buen conocedor de las tradiciones culturales navideñas en su condición de director de otra entrañable institución cultural, el coro de su pueblo natal, Miranda de Arga. Ripa, desde el principio, señaló que un olentzero por su condición y naturaleza no podía ser considerado una "manifestación" en sentido jurídico. Los jueces lo corroboran y el TSJN califica a olentzero como "evento, espectáculo o actividad cultural, recreativa o lúdica" cuya convocatoria "no constituye el ejercicio de un derecho de carácter político" sobre el que hubiera de intervenir la Delegación del Gobierno.

Al final, olentzero ha salido trasquilado del envite y de nuevo obligado, si quiere salir a la calle, a pedir la autorización a la autoridad administrativa competente, que no es otra que el Ayuntamiento de la ciudad. Seis olentzeros han retado a UPN y anuncian que saldrán sin pagar fianza. Jugadores de Osasuna o el cineasta Montxo Armendáriz han suscrito un manifiesto de apoyo a este acto de la cultura vasca sometido a fianza.