Dos activistas españoles, detenidos en Hong Kong
El activista Xosé Ramón Cendán, miembro de las ejecutivas de la Coordinadora Labrega Europea (CPE) y del Sindicato Labrego Galego (SLG), fue detenido ayer en Hong Kong, junto con Paul Nicholson, sindicalista del organismo vasco ENHE y de Vía Campesina. Los dos se encuentran bajo custodia policial desde la tarde del sábado (madrugada de ayer en España), en que la policía detuvo a unos 900 manifestantes antiglobalización, después de una jornada de violencia. Las autoridades consulares españolas, que facilitaron a Cendán un abogado -Nicholson tiene también pasaporte británico y se acogió a esa justicia-, creen que Cendán saldrá hoy.
"Somos campesinos, estamos aquí para oponernos a la OMC [Organización Mundial de Comercio], luchamos cada día. No tememos a la muerte. Porque cuando morimos, volvemos a nuestra tierra, a la tierra que protegemos y por la que luchamos", dice con la voz rota Park Il Hoon, un campesino surcoreano de 53 años. Sentado en el asfalto, junto a varios centenares de manifestantes antiglobalización, sostiene una pancarta manchada con su sangre, que reza: "Odiamos a Bush. La OMC mata a los agricultores". Es la sangre que le brotó el sábado de la cabeza durante los enfrentamientos que un millar de activistas mantuvieron con los antidisturbios, que a golpe de matraca, mediante sprays irritantes y con gases lacrimógenos los alejaron del palacio de convenciones, donde se celebraba la conferencia ministerial.
Noche a la intemperie
Park y sus compañeros pasaron la noche a la intemperie, rodeados por un millar de policías, bajo los rascacielos, pero hacia las cuatro de la madrugada la policía comenzó lentamente a llevarse detenidos, los que no querían abandonar la sentada, realizada en medio de una de las principales avenidas de la ciudad, tras el violento choque con las fuerzas de seguridad. La gran mayoría son surcoreanos, que protestan contra las importaciones de arroz.
La policía los fue introduciendo en autobuses, emparejados cada uno con un agente. Algunos seguían lanzando consignas, pese a que estaban roncos: "Abajo, abajo la OMC". Vestían pañuelos y cintas rojas en la cabeza, y un gorro de paja a la espalda. Tocaban los tambores y el gong. Otros caminaban en silencio, agotados. También había un puñado de jóvenes de Hong Kong. "Llevaremos a los tribunales a aquellos para los que tengamos evidencias de que han ejercido violencia y atacado a los policías", dijo Donald Tsang, máximo líder político de Hong Kong. Las autoridades de la ex colonia británica indicaron que hubo 97 heridos en los enfrentamientos, de ellos, 39 policías.
Con la inmensa mayoría de los activistas surcoreanos -conocidos en Asia por la contundencia de sus protestas- arrestados, la manifestación que tuvo lugar ayer no registró incidentes. Participaron entre 5.000 y 7.000 personas.
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