El Museo Marès reconstruye la historia de los teatros de papel

Fueron el entretenimiento de muchos niños en otras épocas y hoy se han convertido en cotizadas piezas del coleccionismo. Son los teatros de papel, que tuvieron una amplia difusión a lo largo de los siglos XIX y XX y que ahora se exhiben en una exposición que resume su evolución en el Museo Marès de Barcelona, en donde se presentan hasta el 23 de abril para luego viajar en primavera a La Fontana d'Or de Girona.

Una vez más el Museo Frederic Marès presenta una exposición nacida del estudio de los objetos conservados en su Gabinete del Coleccionista. En este caso se trata de estos teatros de papel, que se muestran en la exposición titulada Teatros de juguetes. Del entretenimiento al coleccionismo. Cataluña, siglo XIX-XX. Esta exhibición reconstruye la historia de este pasatiempo de la mano del coleccionista Francesc d'Assís López Sala, comisario del proyecto y propietario de la mayoría de las piezas.

El recorrido toma como punto de partida los teatros coleccionados por el propio Marès, que forman parte de la colección permanente del museo y se exponen en la Sala de las Diversiones. Entre el centenar de ejemplares, que para la ocasión han sido restaurados y dotados de una nueva iluminación, destacan los siete pequeños dioramas de temas bíblicos de Martin Engelbrecht, realizados con estampa calcográfica, la técnica más refinada de grabado sobre metal. "Nacidas como entretenimiento infantil, estas piezas se han convertido en codiciados objetos de coleccionismo, especialmente en los países centroeuropeos y nórdicos. Las obras de Engelbrecht, que con su hermano Christian tuvo uno de los talleres más prestigiosos de su tiempo, pueden considerarse los incunables de los teatros de papel", afirma Pilar Vélez, directora del Museo Marès, en cuyo fondo están representadas también las ediciones de Jakob Ferdinand Schreiber y Josef Scholz, precursores de la producción ochocentista, junto a numerosos ejemplares de teatros catalanes.

La exposición propiamente dicha recorre la historia del teatro de papel en Cataluña -"que, en este caso, significa en España, ya que la gran mayoría de editoriales se concentraban en Barcelona", señala Vélez- a través de más de 40 ejemplares, que incluyen la producción completa de la firma Seix & Barral y piezas inéditas como los Teatrinos Camaleonte. El recorrido, que se desarrolla en orden cronológico, empieza en 1859 con la publicación de láminas de personajes para sombras chinescas de las casas Llorens y Bosch, a las que se añade casi de inmediato la firma Paluzie con una serie de hojas litográficas muy elaboradas, para recortar y montar, tras pegarlas sobre madera o cartulina rígida. Esteve Paluzie, pedagogo y editor, se dedicó a la estampación litográfica entre 1865 y 1939, creando una extensa colección que abarca desde elementos arquitectónicos hasta elementos de la imaginería popular, procedentes tanto de la tradición centroeuropea como catalana.

El más popular fue El Teatro de los Niños, lanzado en 1915 por Seix & Barral, del que se exhibe la serie completa montada con varias de las 23 obras que se podían representar. De esta casa se expone también Doña Experiencia, la única obra editada por el Teatro de Siluetas. Además, la exhibición cuenta con los únicos dos teatros y cuatro obras, editados e impresos en la Imprenta Moderna Guinart i Pujolar, bajo el nombre de Teatrinos Camaleonte, que presumían de unos efectos especiales luminosos, basados en un dispositivo de papeles transparentes que permitían variar la coloración del ambiente según el momento en que se desarrolla la escena. "Uno de estos teatros es el único ejemplar catalán conocido que incorpora el yeso como elemento decorativo", explica Vélez. Completan la selección diversos ejemplares aislados como tres piezas de la editorial El Gato Negro (posteriormente Bruguera), dos teatros en miniatura de Ediciones Barsal y álbumes de recortables de varias firmas. Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo que constituye el primer estudio exhaustivo sobre el tema.