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Reportaje:

De paseo por las tripas del teatro

Unas 2.500 personas visitaron ayer las instalaciones del Maestranza de Sevilla en una jornada de puertas abiertas

Margot Molina

Luis Rafael León tiene 12 años y estudia 1º de ESO, 4º grado elemental de Música, Violonchelo y, además, kárate; pero a pesar de estar embarcado en una formación tan amplia él tiene muy claro que será actor.

"Nunca he estado en este teatro, pero mi madre me va a traer a la ópera Don Quijote dentro de poco. Prefiero ir a la ópera que a un concierto, porque así puedo ver actores, mucho decorado y mucho tema", aseguraba ayer el sevillano Luis Rafael mientras se quedaba extasiado ante el vestuario del coro de la ópera Manon, de Massenet, que finalizará hoy con su tercera representación en el teatro de la Maestranza de Sevilla. Éste futuro actor es una de las casi 2.500 personas que pasaron ayer por el teatro, sin cita previa y gratis, en sus primeras jornadas de puertas abiertas.

Fígaro, Rossina y el Conde, tres personajes de la ópera El barbero de Sevilla, fueron los encargados de recibir al público que se mostró asombrado ante la complejidad de un montaje de ópera.

Los visitantes recorrieron en grupos de entre 70 y 100 personas la mayoría de las dependencias del teatro, que actualmente está en obras de remodelación, de la mano de ocho actores que el director de escena sevillano Juan Dolores Caballero convirtió por un día en peluqueros, sastras, regidores, cantantes de ópera y hasta en fantasmas.

Además de recorrer la peluquería, sastrería, sala de maquillaje, camerinos del coro y hasta la lavandería, dónde se apareció el fantasma para asombro de los más pequeños. La visita incluyó una pequeña representación de El barbero de Sevilla, aunque no cantada, sino hablada.

Los datos técnicos y artísticos del teatro, que se inauguró en 1991 y tiene capacidad para 1.800 espectadores, se mezclaron ayer con la fantasía de Juan Dolores Caballero, buen conocedor de la ópera puesto que ha dirigido varios títulos para niños.

A Patricia Vera, estudiante de Gestión Cultural de 29 años, le quedaron ganas de volver. "Estuve hace dos años viendo el ballet Cascanueces, porque suelo ir más al teatro Central; pero ahora quiero ver una ópera". Antonio Lara, sevillano de 34 años y portero en un bloque de pisos, ya ha estado dos veces en la ópera y piensa repetir "si puedo conseguir entradas"; algo que hace asiduamente José Antonio Miscá, economista de 35 años, quien ve unos diez espectáculos al año en el Maestranza y tras la visita "valoraré más el esfuerzo que supone llevar un espectáculo a escena".

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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