Sin presiones

La jornada de vencimiento de los contratos de opciones y futuros de diciembre ha devuelto a los mercados de valores a una situación de "normalidad" al desaparecer la presión de las operaciones de arbitraje.

La Bolsa española abrió la sesión con la incertidumbre de los últimos días, pero enseguida se notó la ausencia de las presiones vendedoras que venían siendo habituales al no dejar los profesionales nada para última hora. La rotación de los contratos para el vencimiento de enero registrada a lo largo de toda la semana estuvo acompañada, además, por una fuerte contratación para el vencimiento de enero, con más de 53.000 contratos abiertos en futuros sobre el Ibex 35 en la jornada previa al vencimiento. Todo parecía preparado para que esta sesión mostrara lo que el mercado de valores puede dar de sí en ausencia de presiones y los inversores respondieron positivamente.

En el mercado continuo se negociaron 6.256,70 millones de euros, con una fuerte actividad institucional que aportó algo más de 2.000 millones a esa cifra. Las operaciones "abiertas" sumaron 4.231,17 millones de euros.

El Ibex 35 terminó esta jornada con un avance del 0,68% y en 10.555,30 puntos, después de una apertura en la que se cedieron algunos puntos y un máximo intradía que superó los 10.600 puntos.

Los otros mercados de la eurozona vivieron una situación muy parecida a la de la Bolsa española, aunque la Bolsa de Francfort destacó con una subida de más del 1% debido a la subida de la confianza empresarial medida por el índice IFO, que superó las expectativas y queda muy cerca de los 100 puntos. El dato definitivo del IPC armonizado para la eurozona, que con el 2,3% queda una décima por debajo del dato provisional, aportó tranquilidad a los mercados de valores europeos, pues resta argumentos al BCE a la hora de subir los tipos de interés para contener la inflación.

La Bolsa de Nueva York seguía con el comportamiento neutro de las jornadas anteriores, a pesar de los datos de los últimos días y del descenso que registraba el precio del petróleo, que se cotizaba a 58,85 dólares el barril en Estados Unidos debido a las suaves temperaturas de los primeros días del invierno.