El PSOE acusa al PP de crear un "chiringuito de corrupción" en Zona Franca

El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Cádiz, Rafael Román, aseguró ayer que la Zona Franca gaditana funcionó durante la etapa del PP como "un verdadero chiringuito de corrupción". Lo denunció tras conocerse que el ex delegado del Estado en el recinto fiscal, Manuel Rodríguez de Castro, creó tras su dimisión en el año 2000 una empresa con sede en Florida (EE UU) a la que había concedido previamente un contrato de 4'2 millones de euros.

El secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica de la Ejecutiva federal socialista, Alfonso Perales, reclamó ayer a los populares que pidan disculpas públicas por estas irregularidades y les instó a personarse como acusación particular en la causa abierta contra Rodríguez de Castro y sus socios en Miami.

Ambos dirigentes socialistas coincidieron en señalar que las nuevas informaciones dan más argumentos a las denuncias realizadas por el PSOE sobre los desmanes cometidos en la Zona Franca, que, según recordaron, continuaron con la gestión del sucesor de Rodríguez de Castro, Miguel Osuna, también del PP, quien mantuvo este contrato y autorizó los últimos pagos pese a que tuvo conocimiento del supuesto fraude tras encargar varios informes.

"Desvío y cobro"

El PSOE cree que los populares deben pedir disculpas públicas a la ciudadanía por haber negado la comisión de esas irregularidades durante la etapa de Rodríguez de Castro, cuando saltaron los primeros escándalos antes de la dimisión del ex delegado. "Ha quedado patente que la corrupción no era un invento socialista. El que desvió el dinero lo cobraba en Miami", denunció Román. Perales exigió al PP que ayude a recuperar el dinero perdido.

El consejero del PP en la Zona Franca, Ignacio Romaní, se negó ayer a "recibir lecciones de ética política" por parte del PSOE y defendió que fue Miguel Osuna quien primero envió la información al Tribunal de Cuentas y solicitó el inicio de las investigaciones. "Lo que quieren los socialistas en un juicio paralelo", lamentó Romaní.