Benjamín Prado obtiene el Premio Internacional Generación del 27

Un desfile lírico de personajes variopintos de Benjamín Prado, Marea humana, fue el poemario elegido ayer ganador por el jurado del octavo Premio Internacional de Poesía Generación del 27 en Málaga. El jurado destacó esta "galería de tipos: desde la rencorosa o el usurero, al terrorista o el enamorado, trazado con imágenes deslumbrantes" y que premió entre otros 160 manuscritos con 15.000 euros.

Benjamín Prado (Madrid, 1961) mostró su orgullo al serle concedido "el más honroso de todos los premios que se dan en el país", explicó ayer aún sorprendido. Sus versos retratan una amplia galería de personajes actuales de todo tipo y condición: Desde el avaro al ecologista, pasando por el optimista y el mezquino. Prado opta por no mirarse el ombligo, y en cambio desnuda los caracteres de otros individuos en un poemario que publicará la editorial Visor la próxima primavera. "He querido librar a la poesía del excesivo peso que tiene la primera persona, para así poder contarle a los lectores más sobre ellos mismos que sobre el autor", añadió.

Para el presidente del jurado, Pablo García Baena, el ganador es un libro "hondo, humano y verdaderamente de nuestros días. Lleno de la mejor poesía, con imágenes brillantes y metáforas deslumbrantes", resumió. El jurado deliberó hasta altas horas ("me llamaron cerca de la medianoche", contó Prado) y Julio Neira, director del Centro Cultural Generación del 27, precisó que entre los trece finalistas había cinco "que podrían haber obtenido el galardón". Neira señaló que entre las obras presentadas había libros de corte más irracionalista y otros de gran profundidad y en los que predominaba el realismo.

Además, Neira agregó la influencia y huella que los poetas del 27 han transmitido en poetas como Prado, tan preocupado por la realidad como Alberti, del que fue fiel amigo y cronista durante años. El premio concedido a Prado llega en una semana en la que el centro ha adquirido parte del legado personal del poeta gaditano y María Teresa León. "Existe una especie de fatalidad, en el sentido clásico, en la vinculación de este centro con Alberti", expresó Neira.

"Todo lo que tú has roto, lo rompieron mis manos / Yo invierto tus mentiras y afilo tu puñal / para obligarte a herirme", escribe Prado en uno de los perfiles de Marea humana. Los poemas varían tanto de ritmo como de voz, y en ellos el autor ha buscado la naturalidad junto a la sorpresa a lo largo de tres años. "A una media de diez por año, nada mal", bromeaba el poeta.

El poeta madrileño siempre ha perseguido con su inquieta mirada ángulos inexplorados por la lírica a modo de reto. "Lo que importa de un libro no es lo que cuenta de quien lo escribe, sino lo que cuenta de las personas que lo van a leer", afirmó.

El poeta cordobés Pablo García Baena presidió el jurado, formado también por José Caballero Bonald, Luis García Montero, Luis Antonio de Villena, que ganó la edición del premio el año pasado, y Julio Neira, que eligió ayer Marea humana entre 13 finalistas. "Es todo un orgullo ser reconocido por poetas de mi predilección literaria y sentimental, con los que he crecido", aclaró Prado, quien ahora está enfrascado en una novela que prepara para abril, "dura pero divertida, tan patética que da risa", avanzó.

El autor de Cobijo contra la tormenta, obra con la que ganó el Premio Hiperión de Poesía, se suma a otros ganadores como Jaime Siles o Ángel García López. Anteriormente ha publicado también los libros de poemas Un caso sencillo, El corazón azul del alumbrado, Asuntos personales, y es autor de novelas como Raro, No sólo el fuego y La nieve está vacía. Sobre su disciplina, Prado advertía: "Yo sólo me relajo con el fútbol, y el día que se me ocurra escribir un poema sobre el balón, la hemos fastidiado..."