Las farmacias, preparadas

Muchos fumadores acuden a la farmacia para dejar de fumar. Ante el aumento de demanda, las farmacias han tomado medidas. Numerosas oficinas están preparadas para hacer frente a las peticiones y muchos farmacéuticos han seguido cursos de formación específica y están coordinados con el hospital de referencia.

"Debido a la nueva normativa, los ciudadanos se plantean que tienen que dejar de fumar. La farmacia es un recurso cercano para el paciente", explica Teresa Bessons, vocal del Colegio de Farmacéuticos. La entidad ha puesto en marcha un proceso de acreditación regulado. Las farmacias que quieran acreditarse deberán cumplir una formación específica sobre tabaquismo y adquirir el compromiso de respetar el protocolo acordado sobre cómo se tiene que actuar ante un fumador que quiere dejarlo.

Gemma Vila es farmacéutica en Sant Gervasi y ha seguido un curso de deshabituación tabáquica. Cuando le llega a su farmacia una persona que quiere dejar el tabaco, Vila realiza una entrevista para averiguar si tiene factores de riesgo asociados que impliquen seguimiento médico, como enfermedades cardiovasculares o diabetes. Una vez comprobado que el seguimiento se puede hacer en la farmacia, realiza la prueba de Richmond, sobre motivación, y la de Fagerstrom, para medir la dependencia de la nicotina; toma la presión arterial y el peso, elabora un plan que suele consistir en terapias sustitutivas de la nicotina y se realiza un seguimiento que, durante los primeros meses, es semanal.