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Reportaje:

Dos meses bajo los escombros

Una paquistaní sobrevive al terremoto después de 65 días atrapada

Dos meses después del terremoto que dejó 70.000 muertos y redujo a escombros más de 150.000 viviendas en el noreste de Pakistán, los vecinos de Muzaffarabad (capital de la Cachemira paquistaní y una de las ciudades más dañadas) siguen removiendo las ruinas con las manos en busca de algo de valor y para extraer los cadáveres que aún se encuentran bajo los restos de las casas. El domingo por la tarde ninguno de los que escarbaban en las ruinas podía creerse que la mujer que habían encontrado estaba viva.

Según Dawn, el periódico en inglés de mayor circulación en Pakistán, la mujer, de unos 45 años, identificada como Naqsha Bibi, fue hallada en el campo de refugiados de Kamsar, a unos cinco kilómetros al norte de Muzaffarabad. El diario señala que los vecinos de Kamsar pidieron a un equipo de médicos alemanes que el lunes acudió al campo, dentro de un programa de vacunación, que se hicieran cargo de la mujer porque estaba tan débil que no conseguían alimentarla.

La ONU pide 45 millones de dólares para proteger del frío a casi dos millones de víctimas del seísmo

Supuestamente los médicos alemanes llevaron a la superviviente a un hospital de campaña de la Asociación Médica Islámica de Pakistán (PIMA). El doctor de ésta Abdul Hamid declaró a Dawn que Naqsha Bibi apenas pesaba 25 kilos cuando llegó al hospital, donde fue ingresada en la unidad de cuidados intensivos para tratar de rehidratarla.

"Está muy débil debido a la deshidratación y a la pérdida de masa muscular. No es capaz de hablar. La alimentamos con suero y ha sido capaz de beber un poco de leche. Su estado mejora", destacó por teléfono el doctor Hamid al periódico de la sureña ciudad de Karachi, la mayor urbe industrial del país.

Dawn, sin embargo, considera "confusa" la historia y asegura que no fue capaz de contactar con nadie del campo de refugiados que pudiera comentarle directamente los detalles del rescate.

La cadena de televisión privada GEO, que también se hizo eco del increíble suceso, indicó que durante estos 65 días la mujer fue capaz de beber el agua de la lluvia que se filtraba por los escombros y comió alimentos descompuestos que había en el agujero en que se quedó atrapada.

Mientras, los supervivientes de ese terrible terremoto se llevaron ayer un nuevo susto. La tierra tembló con una magnitud de 6,7 en la escala Ritcher en el extremo noreste de Afganistán, en la frontera con Tayikistán, pero se percibió con claridad en todo el noreste de Pakistán. No hubo que lamentar víctimas mortales pero el seísmo destruyó unas 200 casas de esa zona montañosa de Afganistán.

También ayer, los militares españoles desplegados en el valle de Arja, en la Cachemira paquistaní, como parte de una misión de ayuda humanitaria de la OTAN a Pakistán, entregaron al centro de salud del valle un cargamento de medicinas, alimentos infantiles y material sanitario. En Arja se desplegó en los primeros días de la tragedia un equipo de la Agencia Española de Cooperación Internacional que atendió durante un mes las necesidades médicas y sanitarias de las víctimas.

La ONU hizo ayer un llamamiento urgente para recaudar 45 millones de dólares para proteger del frío a casi dos millones de damnificados del terremoto del 8 de octubre, informa France Presse. Todos ellos vivían o han sido instalados en tiendas en zonas a menos de 1.500 metros de altura, pero se necesitan millones de mantas, lonas plásticas, edredones y otros materiales para que sobrevivan al invierno.

Naqsha Bibi, en el hospital de Pakistán donde se recupera tras permanecer bajo los escombros.
Naqsha Bibi, en el hospital de Pakistán donde se recupera tras permanecer bajo los escombros.REUTERS

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