Trece ONG de Córdoba alertan de los "tintes xenófobos" de algunas protestas vecinales

Las obras del centro social polivalente de la Federación de Asociaciones Culturales Cristianas de Andalucía (FACCA), una entidad vinculada al colectivo gitano, comenzaron ayer en el Polígono Guadalquivir de Córdoba. Las presiones de algunos vecinos no han podido detener el proyecto, que cuentan con el apoyo de las administraciones local y regional. Trece ONG de la ciudad han difundido un manifiesto en el que alertan de la existencia de "presiones excluyentes" y "ciertos tintes xenófobos" detrás del rechazo vecinal a éste y a otros proyectos sociales en la provincia.

Hace poco más de una semana, el pleno del Ayuntamiento de Córdoba fue interrumpido a gritos por un grupo de vecinos del Polígono Guadalquivir, una de las barriadas deprimidas de la ciudad. Protestaban por la construcción del centro de la FACCA y argumentaban que se va a dedicar a la rehabilitación de drogodependientes. Además, los vecinos reclamaron más seguridad y una comisaría de Policía.

El equipo de gobierno municipal niega que el centro de la FACCA vaya a dedicarse a la rehabilitación de toxicómanos. Luis Guillermo Cortés, responsable de la FACCA, afirma que, detrás de las protestas, hay un sentimiento "racista". "El único problema que tiene este grupo de vecinos es que somos una asociación de gitanos", afirmó Cortés.

El proyecto de la FACCA, que cuenta con una subvención de 113.000 euros de la Junta y con la cesión del suelo por parte del Ayuntamiento, ha estado "paralizado voluntariamente", según Cortés, ya que han intentado explicar a la plataforma de oposición que se trata de un centro polivalente y de empleo. "Hemos tenido buen talante, pero ya no se puede perjudicar más esta obra". Cortes dijo ayer que están dispuestos a denunciar a cualquier persona que intente frenar la construcción.

Las asociaciones firmantes del manifiesto contra la xenofobia solicitaron a las administraciones que no cedan ante estas presiones y muestran su "apoyo ante cualquier decisión que implique conseguir una ciudad integradora y equilibrada para toda la ciudadanía". En el manifiesto, insisten en su rechazo a cualquier rasgo "que esconda actitudes racistas, xenófobas y excluyentes".

En el texto difundido por las ONG se citan tres casos más de oposición vecinal a iniciativas sociales. En primer lugar, se refirieren a la oposición de "algunos vecinos de la Fuensanta", otra barriada de Córdoba, a "la construcción de los llamados minipisos

[por parte del Consistorio] por considerar erróneamente que iban destinados a la población inmigrante". "Posteriormente", continúa el manifiesto, "en Lucena, algunos vecinos exigieron la no construcción de un centro social destinado a alojar a los inmigrantes que acudían a las campañas agrícolas". El tercer caso al que hacen referencia es al del rechazo en Córdoba capital a la puesta en funcionamiento de unas "instalaciones de acogida inmediata a inmigrantes rumanos". En opinión de estas organizaciones, en todos los casos, los vecinos no se oponen a que se realicen los centros previstos, sino que piden que se ubiquen en otro lugar.