Irán anuncia la construcción de un nuevo reactor nuclear
Irán hizo saber ayer que no va a reanudar el enriquecimiento de uranio mientras duren las negociaciones con la comunidad internacional sobre su programa nuclear. Este aparente gesto de buena voluntad fue dado a conocer por el director de la Organización de la Energía Atómica Iraní, Golam Reza Agazadé, al anunciar que se había puesto el primer ladrillo de una nueva central nuclear, la segunda, en la provincia de Juzestán, y que a diferencia de la de Busher, utilizará combustible nuclear fabricado en Irán.
"Los problemas suscitados con respecto a las instalaciones de Natanz son de carácter político", defendió Agazadé ante un grupo de periodistas locales, según recoge la agencia oficial iraní Irna. "Irán no ha reanudado las tareas de enriquecimiento en Natanz, y ni ese proceso ni el de inyección de gas van a iniciarse durante las negociaciones", añadió sin aclarar si se refería a las conversaciones con la troika europea, previstas para dentro de 10 días, o a las globales con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
La inyección de gas (hexafluorido de uranio) en las centrifugadoras sirve para enriquecer el uranio hasta un grado (entre un 30% y un 40%) que lo transforma en combustible nuclear. A partir del 80%, ese mismo uranio se convierte en un arma, y de ahí el recelo de la comunidad internacional a que Irán logre producir uranio enriquecido. En un intento de desbloquear la crisis surgida cuando el OIEA descubrió en 2002 el programa nuclear clandestino de Irán, el Reino Unido, Francia y Alemania iniciaron unas negociaciones destinadas a incentivar comercial y tecnológicamente a Teherán para que renuncie a su derecho a producir su propio combustible nuclear.
Sin embargo, el pasado agosto, casi al tiempo en que el nuevo presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, llegaba al poder, los responsables iraníes decidían reanudar la conversión del mineral de uranio en gas, un paso previo al enriquecimiento. Los europeos interrumpieron las conversaciones y desde entonces la tensión no ha hecho sino aumentar. La UE quiere que Teherán suspenda la conversión como gesto de buena voluntad.
El OIEA pospuso el mes pasado la decisión de enviar el caso iraní al Consejo de Seguridad de la ONU para dar más tiempo a un plan por el que Rusia enriquecería el uranio iraní. Pero Agazadé reiteró ayer que ese compromiso no va a funcionar. "Tenemos que mantener la capacidad de enriquecer [uranio] para nuestras actividades nucleares futuras", señaló.
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