Un clásico revive
PETIT PALACE POSADA DEL PEINE, en Madrid, una leyenda recuperada por la cadena High Tech
La pensión más antigua de Madrid, donde apenas cabía una mesilla y la cama, tan desordenada como para tener bien merecido el sinónimo de cutre y su fama de azarosa, renace ahora tras cuatro décadas de abandono bajo el anagrama de la cadena de hoteles High Tech. Fechada entre 1610 y 1616, a un paso de la plaza Mayor y de Pontejos, aquella mítica posada tenía 150 cuartos minúsculos y algún que otro pasadizo secreto cuyo trasiego cimentó el dicho popular de "esto parece la Posada del Peine".
Hoy encierra un hotel boutique de mayores lujos y pulcritud en su diseño, expresión moderna de lo que se empieza a conocer en todo el mundo como el estilo Soho, de carácter urbano, mundano, posindustrial y fuertemente tecnológico. Ello, sin perder algunos de sus rasgos, como el rigor clásico de la fachada, las columnas de hierro fundido, una vieja caldera en el sótano, la escalera de pino, la cristalería grabada, los letreros de las habitaciones e incluso el reloj esquinero instalado por la ya desaparecida relojería Girod.
PETIT PALACE POSADA DEL PEINE
Categoría: 4 estrellas. Postas, 17. Madrid. Teléfono 915 23 81 51. Fax: 915 23 29 93. Central de reservas: 915 15 94 50 (High Tech Hoteles). Internet: www.hthoteles.com. Instalaciones: salas de convenciones para 30 personas, cafetería, comedor. Habitaciones: 10 individuales, 40 dobles, 21 dobles especiales; todas con calefacción, aire acondicionado, teléfono, TV satélite, Internet 'wi-fi', minibar, carta de almohadas, galán-planchador eléctrico, habitaciones para no fumadores. Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados, no se admiten mascotas. Precios: oferta de apertura, 95 euros + 7% IVA; desayuno, 11 euros + 7% IVA. Tarjetas de crédito: American Express, Diners Club, MasterCard, Visa.
Arquitectura ... 8
Decoración ... 7
Estado de conservación ... 9
Confortabilidad habitaciones ... 7
Aseos ... 7
Ambiente ... 8
Desayuno ... 4
Atención ... 6
Tranquilidad ... 7
Instalaciones ... 6
Con el recuerdo aún vivo en el título, heredado de cuando se colgaba un peine de una cuerda como único pertrecho de hospitalidad, los nuevos dormitorios han conquistado un espacio esencial para atraerse a los viajeros que frecuentan esa zona castiza y mesonera del Madrid de los Austrias. Desde las claraboyas de sus mansardas, recuperadas en la sexta planta, casi se tocan los tejados. La dotación interior rompe con los prejuicios atrabiliarios de la pensión. Monitor plano de televisión. Acceso wi-fi a Internet, mobiliario de diseño. Armario grande. Ducha de hidromasaje.
El aparcamiento público bajo la plaza Mayor sitúa la salida de la calle de Zaragoza a sólo 50 metros del hotel. En el sótano, habilitado como comedor de desayunos, se sirve un bufé funcional en la línea habitual de los hoteles urbanos de hoy. Bollería industrial, expositor de embutidos y cereales a tutiplén. Aunque lo mejor es el homenaje en ladrillo visto que el estudio de arquitectura Cueto, encargado de la rehabilitación, rinde bajo tierra a aquella popular y redicha Posada del Peine.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.