"La actitud ha sido impresionante"

"Enhorabuena", le decían a Juan Ramón López Caro, el nuevo técnico del Madrid, al llegar a la sala de prensa. Una extraña felicitación cuando de un entrenador que acaba de encajar una derrota se trata. Pero la situación por la que atraviesa el club blanco y la buena imagen, al menos digna, dada por el híbrido de Real Madrid y Castilla que ayer actuó en el terreno del Olympiakos, daba pie para ello.

Empujaba a felicitar a un López Caro que, sin jugarse nada del otro mundo, pues su condición de interino no dependía de un partido como el de ayer, tenía la primera ocasión de jugar sus cartas. Y las cartas que jugó demostraron que apuesta por el orden, un asunto poco baladí cuando del Madrid de los últimos tiempos se trata.

Llegó a la sala de prensa con esa cara de susto que sólo le abandona en el banquillo. Habló en voz baja, como siempre, casi en un susurro, para decir que su equipo no había merecido la derrota, pero que los últimos 15 minutos, ya con la guardia baja, habían resultado demoledores: "No merecimos la derrota", sentenció de entrada. Y añadió: "Pero yo estoy contento. Me quedo con lo positivo, con la cantidad de ocasiones que hemos construido. Nos sorprendieron con un gol de disparo lejano, y en el tramo final nos vinimos abajo", concluyó su análisis.

Se había adelantado el Madrid en el marcador, lo que no fue sino la recompensa a su juego, pausado a ratos, rápido en otros, siempre ordenado. Llegó el tanto en una falta sacada por Raúl Bravo, desde la derecha, a pie cambiado, algo impropio del Madrid actual. Costaba creer que fuera una jugada ensayada. Lo era. López Caro así lo confirmó en sus declaraciones: "Estaba preparado. Bastó con el entrenamiento de la víspera y con la charla de hoy para tener claros algunos conceptos", comentó.

Conceptos que los chicos del filial que ayer jugaron conocían, pero no los de la primera plantilla. Consideró López Caro que el comportamiento de estos había sido "grandioso". Y dio más datos: "El equipo se ha movido", dijo, "con una gran voluntad y un gran orden. Todos han estado a un gran nivel, más allá de un resultado que nos duele", reconoció. "Pero nuestra actitud ha sido impresionante.".

Se le dio un nombre propio, el del brasileño Baptista, y calificó su aportación como "de lujo". Pero tampoco se olvidó de la gente del filial: "De la Red, Balboa, Soldado... todos han hecho un gran papel", añadió.

Y siendo como era intrascendente a nivel de competición el partido de ayer, con el Madrid ya clasificado y sólo como segundo de grupo, tocaba hablar del futuro. Y también ahí se mostró optimista López Caro: "A partir de ahora trabajaremos todos juntos y creo que las cosas pueden ir bien".

Demostró el Madrid una disciplina táctica que parecía olvidada, y a ello contribuyeron, según López Caro, los veteranos. Y a la cabeza de ellos, Pavón, que a sus 25 años fue el capitán del Real Madrid en un partido de Copa de Europa. "Me siento muy orgulloso de haber sido el capitán, y sólo me duele la derrota, porque el comportamiento del equipo ha sido ejemplar. El partido era muy difícil por la situación que vive el club, pero teníamos el colchón de que ya estábamos clasificados. Todas las derrotas duelen, pero esta, algo menos".