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Columna
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Adolescencia

En la adolescencia, esa edad difícil y delicada, es precisamente cuando uno de cada cuatro niños sufre amenazas, castigos físicos o de palabras, dijo José María Lasheras en la presentación del libro "Acoso escolar" de Javier Ricou. AMPE tiene un servicio de teléfono gratuito para las víctimas -chicas en seis de cada diez casos- que suena veinte veces diarias de media, y que en cada llamada han que averiguar si se trata realmente de acoso continuado, que es el peligroso, y no de algún incidente escolar que, aun siendo agresivo, si es esporádico tiene un tratamiento diferente.

El autor compara el acoso escolar con la violencia doméstica porque los expertos aun no conocen las causas ni los remedios y porque, aunque ambas violencias vienen de muy atrás, la doméstica saltó a los medios cuando una mujer fue asesinada tras hablar sobre su caso en televisión, y la escolar se hizo notoria cuando un adolescente se suicidó tras despedirse de una amiga con una carta en la que explicaba el motivo. En cuanto a las causas, Ricou nos hace a todos culpables por transmitir "el clima de agresividad general que parece haberse impuesto" en el que el más fuerte y el que consigue su objetivo es el que alza la voz y la mano; y como defensa, ya que no como solución al acoso escolar, escribe unas pautas para que las posibles víctimas puedan evitarlo. También indica una direcciones en Internet que pueden ser útiles.

Lo más asombroso del caso es la dificultad para descubrirlo, pues la víctima, anonadada hasta el sentimiento de culpa y difícil de recuperar -similar a lo que les ocurre a las mujeres maltratadas- lo oculta; y los compañeros apoyan la fechoría o la callan para no pasar a ser víctimas ellos mismos. Después, una vez que se sabe lo ocurrido, todo el mundo se sorprende, y tanto los acosadores como los compañeros -a veces hasta el propio colegio- no creen que el asunto fuera para tanto; por lo que el escritor afirma que no se le debe quitar importancia sino prevenirlo. Para ello propone un cuestionario para niños, otro para profesores y varias medidas tomadas por otros países. El libro, que es sólo el comienzo de un estudio que el autor está llevando a cabo, demuestra que es un asunto serio.

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