"Vamos a seguir teniendo precios de gas altos"

Antonio González Adalid (Madrid, 1950), ingeniero naval, máster en Economía y Dirección de Empresas y ex ejecutivo de Repsol, es presidente de Enagás desde el año 2002. La compañía, con buenos resultados (149 millones de beneficios netos hasta septiembre) y sin competencia en su actividad, es propietaria de la mayor parte de las infraestructuras gasistas en España. Controla 7.500 kilómetros de gasoductos, tres plantas de regasificación y, además, las instalaciones de almacenamiento.

Como gestor técnico del sistema, Enagás, cuyo principal accionista es todavía Gas Natural (15% del capital, aunque con limitación de derechos de voto y obligación de no superar el 5% antes de 2007), está obligada a garantizar el suministro. El pasado invierno, Enagás se vio forzada a aplicar restricciones.

"Hemos aumentado un 20% la capacidad de regasificación y de almacenamiento en las plantas"

"Antes, si un comercializador se quedaba sin gas no estaba definida su responsabilidad"

"El año pasado la pregunta era, ¿a quién le falta gas? Y la respuesta era, al sistema. Ya no será así"

"La OPA, si de alguna manera afecta, será positivamente. Todo el mundo procurará que no falte gas"

Pregunta. El pasado invierno faltó gas y hubo restricciones. ¿Cómo se presentan estos meses?

Respuesta. Mucho mejor que el año pasado por varias razones. Primero, porque hemos aumentado casi un 20% la capacidad de regasificación de las plantas. Y, sobre todo, porque hemos aumentado un 20% la capacidad de almacenamiento de gas natural licuado en las instalaciones.

P. ¿Ése fue el problema del pasado invierno, la falta de capacidad de almacenamiento?

R. Un tanque tarda tres años en ser construido. Este año hemos puesto en marcha dos, uno en Cartagena y otro en Barcelona. Ya no hay ninguna planta que tenga menos de seis días de capacidad de almacenamiento. Estamos en siete u ocho días de promedio. Y, además, estamos contratando dos barcos que tendremos como almacenes flotantes en el Mediterráneo.

P. ¿Todo ello forma parte del Plan de Invierno aprobado por Industria?

R. Sí, el año pasado hicimos un Plan Invernal, pero se discutía la autoridad del gestor técnico del sistema [de Enagás]. No todo el mundo lo cumplió. Este año, tenemos unas normas y eso es una mejora fundamental. Por ejemplo, los comercializadores tendrán que tener el equivalente a tres días de consumo en tanques y traer tanto gas como el que vayan a necesitar al mes. Hemos mejorado muchísimo.

P. Es decir, que no prevén problemas a pesar del fuerte aumento del consumo...

R. Este año, la punta [de consumo] será de 1.800 gigavatios/hora. El año pasado fueron 1.500. Pero estamos muchísimo mejor.

P. Entonces, no habrá dificultades...

R. No preveo que haya restricciones. Desde el punto de vista de suministro, el mercado mundial de gas está muy tenso. Y por tanto, los precios están muy altos. Pero eso es una situación parecida a lo que ocurre con el mercado del petróleo. A nadie se le ocurre pensar que habrá dificultades de suministro de petróleo. Lo que habrá será precios más altos.

P. Reino Unido se ha quejado, apuntando a España, de que a su mercado no llega gas pese a que lo pagan bien. ¿Acaparamos?

R. No. El año pasado en España, si alguno de los comercializadores se quedaba sin gas, no estaba definida su responsabilidad. No estaba castigado. Ahora, si se queda sin gas, paga penalización. Hay, por tanto, un desincentivo para llevar gas a otros mercados.

P. O sea, que de alguna forma, los británicos tienen razón...

R. Bueno... ellos también lo hacen. También cuando alguien se queda corto de gas, penalizan con un precio desincentivador.

P. Es decir, hemos equilibrado el sistema.

R. Lo que estamos haciendo es establecer que el que se queda sin gas en España lo va a pagar muy caro.

P. ¿Se clarifica también el mercado entre empresas? ¿Se crea el mercado secundario de gas?

R. Ese mercado estaba funcionando de manera informal. Todos los meses hay como 600 transacciones. Una barbaridad. Las empresas se compran gas unas a otras. Estamos hablando del 10% o el 15% del mercado. Y lo estaban haciendo a base de llamada de teléfono. Algo poco eficiente. Ahora lo pueden hacer directamente a través del sistema informático. Nosotros sabemos la posición, día a día, de cada uno de los comercializadores. El año pasado la pregunta era ¿a quién le falta gas? Y la respuesta era: al sistema. Este año ya no será así.

P. ¿Con una posición empresarial cómoda, mantienen su idea de adquirir infraestructuras a terceros?

R. Sigue en pie nuestro deseo.Pero no pasa de ahí. Para hacer una operación como ésa hacen falta dos partes y no da la sensación de que los propietarios estén dispuestos a hablar. Es un deseo. A medio y largo plazo acabaremos haciéndolo. Pero no lo veo de forma inmediata.

P. ¿Y la posibilidad de fusionar redes de transporte de gas y electricidad... Red Eléctrica y Enagás?

R. Es un tema del que se habla desde hace algún tiempo. Y la verdad es que yo, personalmente, no le veo la lógica empresarial para hacerlo. No creo que hubiera muchas sinergias.

P. Hablando de complicaciones y fusiones, la OPA de Gas Natural, accionista de Enagás, ¿les afecta de alguna forma?

R. No. En la situación de corto plazo no afecta. Todos los protagonistas son clientes nuestros, todos tienen que dar el gas a sus clientes a través de nuestras instalaciones. Si afecta, es positivamente, en el sentido de que todo el mundo procurará que no le falte gas. Porque en medio de una OPA como ésta, no sería una buena noticia decir que alguno de los protagonistas se ha quedado sin gas. Eso refuerza la seguridad de suministro este invierno.

P. Y respecto a los precios, ¿qué prevén ustedes?

R. Al menos durante un par de años, vamos a seguir teniendo precios altos.

P. ¿Eso es bueno para la compañía?

R. Es indiferente. Desde el punto de vista económico, a nosotros nos pagan por el volumen de activos que ponemos a disposición del sistema. No obstante, está empezando a notarse algo, porque el volumen de noviembre, después de las subidas de precios últimas, está siendo más bajo en el mercado convencional de lo que podríamos haber imaginado dadas las condiciones del tiempo.