El inglés pierde los nervios
Con el Madrid en plena crisis de juego desde la hecatombe con el Barça, con dos empates frente al Lyón y la Real Sociedad y un triunfo agónico con el Getafe, David Beckham explotó anoche y perdió los nervios por completo. El centrocampista inglés se ganó la tarjeta roja directa en el minuto 56 por una entrada durísima a Riki. "Por entrar a un rival con ambos pies por delante, derribándolo, sin posibilidad de jugar el balón", según reflejó en el acta arbitral Teixeira Vitienes.
El punta de Aranjuez vio las estrellas cuando Beckham, el ídolo de millones de asiáticas, el ejemplar padre de familia, cortó su incursión por la banda con una entrada desproporcionada. "No voy a entrar a valorar la jugada", se disculpó Riki; "lo que pasa en el campo queda en el campo".
Más airado que el delantero madrileño se mostró su técnico, Bernd Schuster, que se encaró con el futbolista británico cuando caminaba hacia el vestuario. "Le he felicitado por su buen partido", dijo Schuster con tono sombrío. "No me pregunten qué le pasó. Eso díganselo a él".
No hubo ocasión. El jugador del Real Madrid -tampoco terminó contra el Valencia-, muy alterado durante el encuentro, evitó la zona mixta y se fue del Bernabéu sin dar ninguna explicación. Así que sus compañeros arrimaron el hombro a su favor. "Un error lo tiene cualquiera", comentó Ronaldo. "No sé qué le ha pasado", intentaba desentrañar Guti. "Bueno, David está acostumbrado al fútbol inglés y quizás para él la jugada no era merecedora de una tarjeta roja. Es su forma de jugar", finiquitó. Casillas y Salgado evitaron cualquier comentario.
Vanderlei Luxemburgo también respaldó a su jugador. "No creo que buscara la tarjeta. Lo que sucede es que Beckham está atravesando un momento muy malo, como el resto del equipo", fue su versión. Con la de Beckham, el Madrid lleva siete expulsiones en Liga y una en la Liga de Campeones.
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