Aguirre acusa a Zapatero de rebajar la subvención al transporte regional

El Gobierno de Esperanza Aguirre denunció ayer que, este año y el próximo, dejará de ingresar 120 millones de euros de las arcas estatales, porque el Ejecutivo central ha decidido modificar los criterios con los que subvenciona el transporte público.

En el cálculo de las aportaciones al Consorcio Regional de Transportes primaba hasta ahora el número de viajes. A partir de este año -el contrato programa que mantiene el Gobierno central con el Consorcio tiene carácter retroactivo-, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero cuantificará las ayudas sobre la base del número de habitantes de cada comunidad, según la consejera de Transportes, María Dolores de Cospedal.

Un portavoz del Ministerio de Hacienda negó que el Gobierno central vaya a modificar el sistema de cálculo de las ayudas al transporte. "No va a haber cambios en la metodología", recalcó. Pero Cospedal está convencida de que el criterio será modificado porque, dijo, así se lo confirmó el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez en una reciente reunión. "Es injusto", afirmó la consejera, que precisó que el nuevo sistema de cálculo implica "sancionar al que invierte en infraestructuras".

Según De Cospedal, el criterio "parte de la filosofía de que al transporte público no deben aplicársele políticas sociales".

"No sólo no se trata mal a Madrid, sino que los Presupuestos Generales para 2006 prevén que la transferencia en transportes aumente un 4%", precisó el portavoz de Hacienda.Los datos que maneja el Consorcio Regional, que preside Cospedal, aseguran que Madrid recibiría con el cambio de criterio, entre 2005 y 2006, 326 millones de euros. Por la misma subvención, el transporte de Barcelona percibiría 273 millones. Pero, puntualiza la consejera, mientras Barcelona registra 862 millones de viajes, en la capital se producen casi el doble: 1.564 millones.

Según el Ministerio, el Gobierno central no sólo no se ha planteado modificar los criterios "más que en conversaciones técnicas informales", sino que su intención es aumentar las ayudas a la región. "La transferencia aumentará un 4%", recalcó un portavoz.

Con el supuesto cambio de criterio, la Comunidad calcula que la aportación estatal al precio del billete sería de un 21,49% en Madrid y de un 32,34% en Barcelona.

"Esto supone que a mí me va a costar más mantener el transporte público, cuando la red pública es mayor en Madrid y se han hecho más inversiones", precisó la consejera.

La Consejería de Sanidad aportó también las cifras del anterior contrato programa, que fue acordado para las ayudas de 2002 y 2004. Entonces, Madrid obtuvo 452 millones de euros, mientras que Barcelona consiguió 308 millones.

Según Cospedal, a las cifras recibidas por la Ciudad Condal se agregaron después otros 72 millones "fuera del convenio" de los Presupuestos Generales del Estado. Es decir, la capital catalana habría recibido 380 millones. "El problema es que no me puedo permitir que no me den lo que sea, aunque no sea justo", recalcó la consejera. Después, aclaró: "El consorcio necesita ese dinero. Se lo hemos dicho al Gobierno y se lo vamos a volver a decir".

Los cálculos preliminares de la Consejería indican que, en caso de no contar con las ayudas estatales, el precio del billete puede incrementarse en un punto más. Es decir, el billete sencillo de metro y autobús, que cuesta un euro en la capital, aumentaría un 10%.

Según Cospedal, la Comunidad mantendría en todo caso su aportación al consorcio, cuya financiación comparte con el Estado y el Ayuntamiento de la capital. "Aunque la Comunidad tendrá que apretarse el cinturón", recalcó.

El Estado inyectó el año pasado al consorcio 144 millones de euros. La Comunidad cifró su aportación en 332 millones, mientras que el Ayuntamiento aportó 74,5 millones, según el Gobierno regional.

El cálculo de las ayudas estatales sobre la base del número de viajes que registra el transporte público fue un sistema impulsado por los gobiernos de Felipe González (PSOE) en el siglo pasado, según recordó María Dolores de Cospedal.

Con la intención de incentivar el transporte público, el Estado subvencionaba el número de coches por kilómetro o el número de viajeros. "Al final se utilizaba esta última opción porque es más fácil de calcular", consideró la consejera de Transportes e Infraestructuras.