Seis inmigrantes muertos y 12 desaparecidos al naufragar una patera al sur de Canarias

Seis personas murieron ahogadas y otras 12 permanecen desaparecidas tras el naufragio de una embarcación que trasladaba a inmigrantes subsaharianos 240 millas (444 kilometros) al sur de Gran Canaria. La barca, que presumiblemente partió de las costas de Mauritania, era buscada desde el pasado jueves por los servicios de rescate españoles. Los 32 supervivientes que habían caído al mar fueron auxiliados por el petrolero Etoile Lava, que les encontró a las dos y media de la tarde, y por el buque hospital Esperanza del Mar, que se encontraba a 45 minutos.

Al menos seis inmigrantes africanos murieron ayer, otros 12 desaparecieron y 32 fueron rescatados por un mercante, después de que la barca de madera en la que viajaban zozobrara por efecto de una tempestad en alta mar a 240 millas (unos 444 kilómetros) al sur de la isla de Gran Canaria y a penas 35 millas (unos 63 kilómetros) de Dakla, la antigua Villa Cisneros en el Sáhara Occidental.

Desde el pasado jueves, los servicios de rescate estaban alerta, después de recibir la llamada de un pesquero marroquí que aseguraba haber encontrado en su ruta una barca llena de inmigrantes a la que tan sólo suministraron alimentos y agua y dejaron marchar rumbo a Canarias, aunque al cierre de esta edición no se ha confirmado si los náufragos de ayer correspondían a este grupo. De hecho, también ayer mismo llegaba a Gran Canaria otra barcaza de 13 metros de eslora con otros 43 inmigrantes que aseguraban haber partido desde Mauritania hacía una semana.

Del naufragio de ayer fue testigo la tripulación del petrolero de bandera panameña Etoile Lava, que avisó a la radio costera española de la presencia de numerosas personas flotando en el mar, algunas de ellas agarradas a restos de madera y otras provistas de chalecos salvavidas.

El Servicio Aéreo de Rescate del Ejército envió un avión de reconocimiento y un helicóptero de evacuación, los marineros lanzaban más chalecos y bajaban un bote, con el que rescataron a los 32 supervivientes y seis cadáveres.

El buque hospital Esperanza del Mar, que en ese momento se encontraba a sólo 45 minutos del lugar del naufragio, procedió al trasbordo de los supervivientes y a su inmediata atención médica.

Tres hospitalizados

De los 32, los seis que se encontraban peor fueron evacuados por un helicóptero hasta el hospital Negrín de Gran Canaria adonde llegaron ya de noche y en mitad de la tormenta. Su estado no era grave según confirmó Enrique Castaño, médico del Servicio de Urgencias Canario tras haberlos reconocido en la misma plataforma de aterrizaje. "Estaban bastante bien, para lo que se supone que han vivido; los encontraron apenas a 30 millas de la costa, por lo que llevarían poco tiempo en el mar", aventuró.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía trasladaron a tres de ellos a comisaría, mientras los otros tres ingresaron en el servicio de urgencias del hospital "simplemente para observarlos durante la noche", según fuentes médicas.

Desde principio de año la Gendarmería marroquí ha desplegado miles de soldados en toda la costa que va de Marruecos al Sáhara Occidental. El tráfico ilegal de pateras hacia Canarias ha variado sustancialmente en los últimos meses.

La llegada de inmigrantes a estas costas se ha reducido en más de un 50%. También ha cambiado el rumbo. Mientras antes se dirigían a Fuerteventura y, en menor medida, a Lanzarote, ahora el principal destino de llegada de las embarcaciones en la costa sur de la isla de Gran Canaria, totalmente desprotegida de radares y vigilancia.

Esta circunstancia permite a los inmigrantes alcanzar la costa e intentar mezclarse con la población africana residente en la isla, y así pasar desapercibidos.

Pero también ha aumentado el riesgo de naufragio. Mientras la trayectoria que antes seguían las barcas era de apenas 100 kilómetros (la que dista de la costa africana a Fuerteventura) barcas más grandes y mejor equipadas parten ahora de la frontera sur con Mauritania, alargando la travesía hasta en una semana, lo que multiplica los riesgos de no alcanzar la costa nunca.

Este año oficialmente han fallecido otras nueve personas (además de las seis de ayer) en naufragios de pateras en las costas de Canarias, porque las autoridades han decidido contabilizar sólo los cadáveres hallados.

Pero la realidad es mucho más dura. Otras 48 personas desaparecieron en el mar, según los testimonios de sus compañeros supervivientes o las informaciones de otros barcos que vieron pateras con cuerpos inertes a la deriva.