El elegante pop de La Rocka

El grupo valenciano La Rocka publicó su primer álbum, Estamos muy bien, en 1997. Ocho años después, su segundo trabajo, Felizmente terminado, acaba de ver la luz. Escasa cosecha discográfica para una banda que este mismo año cumple su decimoquinto aniversario. "Nunca pensé que pudiera llegar a ser famoso y vivir como una estrella del rock. Siempre supe que no sería fácil mantenerse, pero llegar hasta aquí ha sido muy duro", reconoce el cantante y compositor David Oncina. Hasta tres veces estuvo tentado de tirar la toalla durante los últimos dos años. La última, cuando, recién salidos del estudio de grabación, todos sus compañeros de La Rocka -primero los guitarristas y después el resto- decidieron abandonar el barco. "Me vi con un álbum en la mano, pero sin músicos ni discográfica. Mi vida personal también andaba en crisis y me largué tres meses a Barcelona para intentar relajarme. Allí encontré un sello con el que sacar el disco y, casi de repente, recuperé las fuerzas y el ánimo necesarios para montar de nuevo el grupo", cuenta.

Renovada la formación con la entrada del batería José Argente, el bajista Lucky Luciano y los guitarristas Vicente Marín y Rafa Serra, La Rocka emprende ahora una nueva etapa con la edición de Felizmente terminado y con su estreno en directo, el pasado día 26 de noviembre, en la sala valenciana Black Note. Será el primer concierto que haga con los nuevos músicos. "Estoy muy ilusionado. La banda suena muy bien, endurecida, y me encantaría que esta fuera la formación definitiva, pero, a estas alturas, prefiero no pensar en lo que pueda ocurrir mañana", añade Oncina, que irradia entusiasmo cuando habla de su nuevo trabajo discográfico. "Se grabó en sólo una semana. Por pistas, pero tocando todos a la vez. Hemos captado la energía y la esencia del directo, nuestra vertiente más potente, y muestra, desde la portada misma, la influencia de bandas como The Flamin' Groovies o The Barracudas en La Rocka, nuestra onda más próxima al pop-rock norteamericano", apunta.

Sobre la tan cacareada influencia de Ariel Rot, Andrés Calamaro o Sergio Makaroff en su música prefiere pasar un tanto de refilón. "Compartimos influencias y gustos; es decir, The Beatles, The Rolling Stones, The Byrds, Bob Dylan... Como a ellos, me encantan las buenas melodías y jugar con las armonías vocales, y, por si fuera poco, cuando tenía quince años yo tocaba con Makaroff. Mi sino, ya ves, son los argentinos", señala el valenciano. También el uruguayo Esteban Hirschfeld -actual teclista de Jaime Urrutia tras pasar por Los Mockers, Gabinete Caligari o The Nativos, entre otros- ha jugado un papel importante en la banda, aunque sea desde la retaguardia, durante toda su trayectoria. Les produjo, por ejemplo, su debut discográfico y les presentó al cantante y guitarrista de los desaparecidos Gabinete Caligari, Jaime Urrutia, quien registró dos temas de La Rocka (Mentiras y Si la vida te lo da) en sus dos discos en solitario. Ambas piezas han sido recuperadas en su versión original en Felizmente terminado, elepé en el que, además, Urrutia ha colaborado cediendo su voz en la canción La banda sonora. David Oncina le estará eternamente agradecido, aunque sabe que La Rocka vale más por sus canciones que por sus padrinos. Y, así, concluye: "¿Que qué podemos aportar al rock español? Estilo y personalidad, pop con muchísima elegancia". No es poca cosa, para estos tiempos que corren.