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Reportaje:FÚTBOL | 13ª jornada de Liga

Mikel hace de Xabi

El mayor de los hermanos Alonso aprovecha la marcha de su hermano al Liverpool y la llegada de Amorrortu para triunfar en la Real Sociedad

La sombra siempre ha sido buena aliada de Mikel Alonso. Hijo y hermano de futbolista, el mayor de la saga ha desarrollado una carrera discreta, taimado por la eclosión de Xabi y manteniendo un difícil equilibrio entre sus detractores, que minimizaban su talento, y sus valedores. Ha sido de la mano de uno de ellos, José María Amorrortu, como Mikel ha empezado a tomar responsabilidades y jugar amoldándose a las necesidades de la Real Sociedad, es decir, cubriendo la baja de su hermano, ahora en el Liverpool.

Mikel Alonso sabe calmar los partidos, apoyar a la defensa y empezar a construir. Con Amorrortu, el balón ya no le quema en los pies y busca los metros necesarios para pensar e incorporarse desde delante de la defensa a un centro del campo más creativo. Sobre Álvaro Novo y él recae la responsabilidad de que el equipo donostiarra no se rompa en dos bloques irreconciliables: una defensa insegura y proclive a regalar goles a balón parado (10 de los 24 recibidos) y una delantera teóricamente competitiva, pero que se encuentra enormemente lastrada por la lesión de Kovacevic y el culebrón de Nihat, al que se le achaca la desidia propia de los que desean abandonar un club.

El tolosarra forma ya parte de la identidad realista. En su juventud militó en las filas del Athletic, pero la decisión de su padre, el entrenador y ex jugador Periko Alonso, determinó que su futuro se vinculase al de su hermano Xabi y a la Real. En el pasado curso ya disfrutó de minutos en 35 encuentros, 30 de ellos como titular, pero ha sido durante esta temporada cuando su figura se ha consolidado como indiscutible en todos los partidos. Teóricamente, el perfil de Mikel resulta menos técnico y determinante que el de su hermano mayor. Pero, por el contrario, nadie puede criticar su desenvoltura a la hora de seleccionar el juego sencillo y su compromiso con el equipo.

Hoy, contra el Madrid, el pequeño de los Alonso deberá refrendar su buen inicio de campaña bregando contra un centro del campo que se ha convertido en el punto de mira de las críticas a los blancos. El dominio en esta parcela determinará si los madridistas continúan con su mal balance de victorias en Anoeta -sólo tres en los últimos diez encuentros- o si aguan la fiesta que desde horas antes se vivirá en el estadio, con mosaico blanco y azul, tambores y montajes audiovisuales. Todo ello, todavía con la espina clavada de aquella Liga que se les escapó a los realistas de Zamora y López Ufarte en el último suspiro y con el Madrid como beneficiario.

Mikel Alonso.
Mikel Alonso.JESÚS URIARTE

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