Regalo para sus 'fans'

Tras el tono desenfadado de Sufre mamón, la canción que popularizó hace dos décadas Hombres G y que utilizó a modo de homenaje El Canto del Loco (ECDL) para despedir su concierto, se esconde una canción homófoba, machista y violenta. Sería digno de un grupo valiente como ECDL, al que tanta gente joven sigue en sus acalorados conciertos, que no se dejara llevar por el lado divertido que la canción tiene y reconsidere su inclusión en directo. Esa despedida fue la única (pero grave) pega que poner al concierto. ECDL lo ofrecía en Madrid para agasajar a sus fans. Para sacar la entrada era obligatorio mostrar un código individual que se facilitaba al comprar su disco Zapatillas. Con el público ganado de antemano, pues, ECDL salió con la seguridad de que ya no tenía que convencer a nadie. Aun así, su entrega fue digna de todo elogio.

A pesar de que podía haberse ahorrado cantar al convertirse la sala en un inmenso karaoke, donde todos cantaron todos los temas (a excepción de una compuesta por David la noche anterior), Dani acabó afónico y extenuado. A su grupo y al público, les pasó algo parecido.