La cantante Susheela Raman halla el equilibrio entre Oriente y Occidente
La artista anglo-india presenta su disco 'Music for crocodiles' en Madrid y Barcelona
Music for crocodiles (Música para cocodrilos) es el título del tercer disco de Susheela Raman, que ella considera más maduro que los dos primeros, con los que se hizo un nombre en las músicas del mundo. "Siento que es más profundo tanto por lo que respecta a la cultura de India como a la de Europa", afirma la cantante nacida en Londres de padres tamiles. Hoy actuará en Madrid (sala Copérnico) y el sábado en Barcelona (en el marco del festival Músicas del Mediterráneo, BTM).
No pensó en el libro de Truman Capote, Música para camaleones, al titular su disco Música para cocodrilos. "Los cocodrilos son animales muy rítmicos. Me da la impresión de que deben de oír alguna música en su cabeza", dice por teléfono desde su casa de Inglaterra. "Habíamos estado trabajando sobre un ritmo en cinco y teníamos también una melodía, pero nos faltaba la letra. Un día fuimos a una granja de cocodrilos en Madrás y nos sentamos a observarlos. Están absolutamente quietos durante mucho tiempo y, de repente, se mueven muy rápido. Sus movimientos nos recordaron aquella canción y de ahí surgió la idea".
Los elementos de la cultura oriental y la occidental parecen engarzarse en este disco con mayor naturalidad. "Sí, es un sonido más maduro y el resultado de haber tenido tiempo para descansar y reflexionar sobre lo que queríamos hacer", cuenta. "Siento que es un disco más profundo tanto en lo que respecta a la parte india como a la europea".
En los últimos años, Susheela Raman ha viajado varias veces al sur de India. "Conocimos a mucha gente antes de grabar y asistimos a muchos conciertos. Pasamos bastante tiempo investigando y tuvimos la suerte de dar con grandes músicos que hicieron muy fácil el encuentro", asegura
Virtuosos
Es la primera vez que esta mujer nacida en Londres, y que creció en Australia, ha grabado en India. "Los músicos que elegimos fueron realmente maravillosos. Nada egoístas. Mostraron siempre buena disposición. Pienso que realmente les gustó la música y que eso hizo que se sintieran muy libres, en absoluto preocupados. Son todos virtuosos que se han educado en la música clásica india, pero que también tocan en las películas. Así que saben cómo trabajar en un estudio y están acostumbrados a las armonías occidentales. Hay que ser muy bueno allí porque con una población tan grande la competencia es enorme".
Susheela Raman explica la diferencia entre música del norte y del sur en India: "En el norte percibes una influencia más fuerte de la música persa y la árabe, mientras que en el sur no se produjo esa colisión con la cultura islámica. La música del sur es más representativa de las viejas tradiciones perdidas".
En febrero pasado actuó en Madrás con reacciones encontradas. "Había mucha gente joven, de mente abierta, y la respuesta fue muy positiva. Por otra parte, hubo puristas que no apreciaron lo que yo estaba haciendo. Sobre todo por el hecho de elegir canciones sagradas y tomarme ciertas libertades con ellas".
Canta más en inglés que en Salt rain y Love trap, sus álbumes anteriores. "Me siento más cómoda porque no me resulta nada fácil escribir en tamil. El inglés es el único idioma en el que me puedo realmente expresar", afirma.
También hay una canción en francés, L'âme volatile, sobre un poema de Barman Akram, un afgano que vive en Francia. Susheela Raman vende más discos en el mercado francés que en el Reino Unido. "Por ahora, sí, espero que eso pueda cambiar", dice riendo. No hace mucho ha estado de gira acompañada únicamente por el guitarrista Sam Mills: "Es nuestro proyecto y estamos comprometidos al ciento cincuenta por cien, así que se trata de algo muy especial".
Babelia
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