Otro contranálisis para Heras

José María Buxeda, abogado de Roberto Heras, anunció ayer que enviará sendas peticiones al Consejo Superior de Deportes (CSD) y a la Unión Ciclista Internacional (UCI) para que ordenen al laboratorio de Madrid (dependiente del CSD) paralizar el contraanálisis de su defendido. Heras había dado positivo por EPO recombinante en un análisis efectuado en el citado laboratorio sobre el frasco A de la orina de la penúltima etapa de la Vuelta, el 17 de septiembre, pero ayer, día en que debería estar concluido el contraanálisis, decidió reiniciar el proceso con más orina del frasco B ya que la 'fotografía' con el resultado había salido borrosa y no podía utilizarse como prueba concluyente. Pocos minutos después, en un hotel de Madrid, el propio Roberto Heras leía un comunicado en el que, tras afirmar una vez más que nunca se ha "dopado", se reafirmaba en su opinión inicial de que "el método actual no es válido porque no es preciso ni exacto".

Fuentes del CSD informaron de que se inhibirían de la petición, ya que el control de la Vuelta fue ordenado por la UCI, el organismo que debe controlar todo el proceso.

Fue una larga mañana en el laboratorio del CSD, en Madrid. Un día infinito que ni siquiera tuvo su fin a las 16.30 horas, cinco horas más tarde del horario previsto para contar con un resultado para el contraanálisis comenzado el lunes por la mañana, cuando el director del laboratorio, Francisco Rodríguez, se presentó ante la prensa en compañía de Miriam Pallarés, vocal de la Comisión Nacional Antidopaje (CNA) para anunciar que el proceso no se había "terminado" aún. "Tenemos que hacer unos cálculos más y esto, que es una técnica muy compleja, se alargará hasta el viernes". Una manera eufemística de anunciar, como después aclaró Buxeda, presente en el laboratorio, que después de no haber podido llegar a un positivo concluyente, el director, siguiendo un protocolo aprobado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), había decidido reiniciar el proceso, descongelando el frasco B de Heras, desprecintándolo y extrayendo otros 20 mililitros de orina. "Esto lo hizo sencillamente porque aunque borrosas o turbias él apreciaba las bandas negras en la zona básica, las manchas que delatan la presencia de EPO recombinante", ha indicado un experto que ha tenido acceso a la prueba. Rodríguez dijo no recordar si tanto en el análisis del frasco A como en otros positivos por EPO detectados en su laboratorio el "proceso" había debido alargarse hasta cinco días.

La decisión no la tomó en solitario Rodríguez. Entre las probetas, los cromatógrafos, las neveras y los espectrómetros del laboratorio, la mañana fue de conversación y discusión. Por un lado, los representantes de Heras, su abogado y el químico italiano Giuseppe Perraccini. Por el otro, los expertos del laboratorio de Madrid y Neil Robinson, director adjunto del laboratorio de Lausana, la ciudad sede del Comité Olímpico Internacional, que actuaba como observador enviado por la UCI. Robinson apoyó la decisión de Rodríguez después de enviar incluso el resultado vía e-mail al laboratorio de Lausana, donde su director Martial Saugy, también estuvo de acuerdo en reiniciar el proceso.

"La imagen no ha salido con la nitidez suficiente", explicó Buxeda posteriormente. "Lo que no es sorprendente ya que confirma lo que ya sabíamos, que el método que se está usando es un método que no ofrece garantías. Su fiabilidad está cuestionada". Buxeda, según fuentes conocedoras de la reunión, incluso propuso durante las horas pasadas en el laboratorio llegar a un acuerdo con el director. Si éste daba por acabdo el proceso anunciando que se había llegado a un positivo no concluyente, lo que, en la práctica, equivalía a un contraanálisis negativo, ni él, Buxeda, ni su representado, Heras, criticarían o cuestionarían el método ni el laboratorio. No hubo acuerdo.

"La decisión de reiniciar el proceso forma parte de los procedimientos previstos por el reglamento cuando se alcanza un positivo no concluyente", explica Jordi Segura, director del laboratorio de Barcelona. "Es un fenómeno no habitual pero no extraordinario que para nada invalida el resultado que se alcance".

Si mañana, después del revelado, al que asistirá también el director de Lausana, Martial Saugy, un síntoma de la importancia que se otorga al análisis de Heras en las más altas instancias internacionales y de la confianza de ellos en que el resultado será positivo, se obtiene de nuevo una fotografía borrosa, se considerará definitivamente el análisis como un positivo no concluyente, con lo que se cerrará el "caso Heras", el mismo final a que se llegaría si las bandas que delatan la presencia de la proteína de la EPO se instalan en la zona ácida, la de la EPO endógena, producida por el organismo del corredor. Si el resultado, sin embargo, confirma el del frasco A, se iniciaría el proceso sancionador, un largo camino que podría desembocar en los tribunales ordinarios de justicia a los que el corredor, que declaró que "iba a recurrir a todas las instancias", acudiría pertrechado, al menos, con las dudas que despierta en la sociedad, la complejidad tanto del método como de la interpretación de sus resultados.