Unió sólo renunciará a la alcaldía de Tarragona si Convergència le cede puestos clave en otras listas
Unió Democràtica (UDC) no piensa otorgar a Convergència un cheque en blanco a cambio de renunciar a su candidato a la alcaldía de Tarragona para sustituir al convergente Joan Miquel Nadal. Los democristianos exigen a sus socios que, como contraprestación, Unió ocupe la presidencia de la Diputación de Tarragona o bien encabece la candidatura de las próximas elecciones municipales en la ciudad de Girona. Pero Convergència Democràtica (CDC) se resiste al trueque e insiste en que "nunca" renunciará a la alcaldía de Tarragona en favor de Unió.
Las históricas desavenencias que enfrentan a democristianos y convergentes en la ciudad de Tarragona se han agudizado desde que el actual alcalde, el convergente Joan Miquel Nadal, anunciara su intención de renunciar al cargo a principios del próximo año. CDC quiere que le sustituya Joan Aregio, presidente de la Diputación y número tres en la lista de las últimas municipales. Por su parte, Unió reivindica la alcaldía para Albert Vallvé con el argumento de que ocupó el segundo puesto en la candidatura y además tiene más posibilidades que Aregio de ganar en la próxima contienda electoral.
Ante la cerrazón de Convergència de dar su brazo a torcer, la dirección de Unió ha propuesta a sus socios una salida a la crisis. La solución pasaría por hacer un trueque entre el Ayuntamiento y la Diputación de Tarragona. De esta forma, Joan Aregio cedería la presidencia del ente provincial a Albert Vallvé y a cambio éste renunciaría a sus aspiraciones a la alcaldía.
Ante el rechazo frontal de Convergència a esta propuesta, Unió planteó otra posibilidad: que los democristianos encabecen la candidatura de Girona a las próximas elecciones municipales, ya que la anterior cabeza de lista, Zoila Riera, ya ha anunciado que no volverá a presentarse. Convergència, de nuevo, ha dado un no como respuesta.
Las direcciones de ambos partidos se han emplazado a negociar pero el conflicto continúa enconado porque los convergentes no piensan resignarse e insisten en que la alcaldía les pertenece según los acuerdos de federación. Pero en realidad, este pacto no dice nada sobre las capitales de provincia como Tarragona, la única de Cataluña en manos de CiU.
Ayer, el alcalde Joan Miquel Nadal dejó clara la postura de su formación. "El próximo alcalde será de CiU, y más concretamente de Convergència". El democristiano Albert Vallvé le respondió: "Para qué demonios se hizo la federación porque, si no sirve para aprovechar los activos de uno y otro partido tendríamos que dejarla estar".
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