Indemnización por un enfermo que se quemó en Fontcalent

El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ha condenado a la Diputación de Alicante a indemnizar con 20.000 euros a la familia de un paciente esquizofrénico que murió por las quemaduras que sufrió tras incendiar su habitación con un mechero cuando fue trasladado a la zona de aislamiento. El interno entró en la habitación con un encendedor sin que el personal del Hospital Psiquiátrico Provincial lo hubiese detectado. El tribunal ha estimado en parte el recurso presentado por los familiares contra el decreto de 10 de enero de 2003 del presidente de la institución provincial por el que se desestimaba la reclamación de responsabilidad patrimonial tras la muerte del enfermo.

Según el fallo, el 26 de julio de 1998 el interno, que padecía una psicosis esquizofrénica, fue ingresado en aislamiento tras un incidente con otro interno y con personal sanitario del centro. Poco después de ese traslado, el personal de servicio vio salir humo de la habitación, lo llamaron para que saliera y cuando lo hizo estaba envuelto en llamas. Fue trasladado a la unidad de quemados del Hospital General de Alicante, donde falleció. Para el tribunal, está acreditado que el interno tenía en su poder un mechero y un paquete de tabaco cuando se inició el fuego, pese a que las normas generales del centro, cuando un enfermo va a aislamiento, prohíben que tenga en su poder esos objetos.