Un modelo que desafía la lógica
El Madrid, club con más ingresos del mundo, no gana títulos desde 2003 y carece de una plantilla equilibrada y competitiva
"Nunca he visto tan mal las cosas como este año". Estas palabras, pronunciadas por un jugador del Madrid hace dos meses, dan una idea de la situación anímica que atraviesa el equipo hoy, después de caer derrotado ante el Barça por lo que pudo ser una goleada histórica y se quedó en 3-0. El sábado, el vestuario local del Bernabéu dio un paso más hacia el pozo. Los mensajes oficiales, la parafernalia de propaganda, han anunciado un crecimiento exponencial del espectáculo. Esto no coincide con lo que ven desde hace dos años los futbolistas que se ponen la camiseta para defender el prestigio del club.
El Madrid no gana un título desde 2003, cuando conquistó la Supercopa. Desde entonces, los presupuestos han expresado un crecimiento económico sin comparación en el mundo del fútbol. El club ha multiplicado sus ingresos hasta casi un 50%. Esta temporada, el total de ingresos ordinarios previsto es de más de 300 millones de euros, de los cuales, unos 280 se destinarán a cubrir gastos. Ningún club del mundo exhibe una situación financiera tan saludable. Sin embargo, el destino de las inversiones en la plantilla no se traducen en un aumento notable de la capacidad competitiva.
El año pasado el club prefirió pagar 10 millones por Owen antes que conservar a Eto'o
Luxemburgo no cree en la cantera. El último canterano que subió con éxito se llama Pavón
Beckham fue el único fichaje del Madrid en el verano de 2003. Costó 35 millones de euros y el presidente, Florentino Pérez, lo exhibió como un gran negocio. Pero esos 35 millones no constituyeron la cantidad real que destinó el club a reforzar la plantilla: hay que restarle los 25 millones de la venta de Makelele al Chelsea. Además, hay que sumar las bajas de Morientes, Hierro y McManaman, tres líderes emocionales dentro del vestuario. Tres jugadores que dejaron un vacío que el club no cubrió y que convirtieron a las reuniones de la junta en terreno de discrepancias entre el director general deportivo, Jorge Valdano, y el presidente. Triunfó la tesis económica del presidente, que veía en las bajas una ocasión de ahorro. También entendió -respaldado por la dirección de márketing- que la contratación de Beckham resultaría más rentable que la de Ronaldinho. Ronaldinho se había ofrecido al Madrid antes que al Barça.
La versión oficial aseguró que el canterano Borja podía sustituir a Makelele sin problemas. Hoy Borja está cedido en el Mallorca. Y juega poco. Makelele es el medio defensivo indispensable del Chelsea. Entretanto, el Madrid sigue buscando un heredero de Redondo, el primer jugador que dio de baja Florentino Pérez
El medio centro es el especialista que define el estilo de juego. En el Madrid, Beckham, que nunca fue medio centro, no se adaptó al puesto; Gravesen, tampoco; y Pablo García parece muy solo. El uruguayo, fichado por Florentino Pérez, no acudirá al Mundial; Gravesen, danés, tampoco; y Beckham lo hará, pero no como medio centro. El medio centro de Inglaterra es Lampard, centrocampista del Chelsea, equipo de referencia en Europa junto al Barça, el Milan, el Juventus y el Liverpool. El medio centro del Juventus es Vieira -desestimado por el Madrid el pasado verano-, y oficia de organizador de Francia. El medio centro de Brasil es Emerson, que también juega en la Juve. El medio centro del Milan es Pirlo, titular con Italia. El medio centro del Liverpool es Alonso -también descartado por el Madrid- y acudirá al Mundial, pero no tiene asegurada la titularidad. Xavi sí es titular con España y lleva la manija del Barça.
El 9 de abril de 2004, Pérez insistió en su lema: "El proyecto se asienta sobre dos pilares: cantera y los mejores del mundo". Dos meses después él mismo presentó a Samuel y Woodgate, dos centrales en los que gastó 42 millones. Owen fue la siguiente incorporación. El club prefirió pagar diez millones por él antes que conservar a Eto'o, que estaba en nómina: le contrató el Barça. Hoy Eto'o es pichichi.
Los refuerzos de verano no resultaron suficientes. En enero, Pérez presentó a su cuarto fichaje de la temporada 2004-2005: Gravesen. Lo presentó con una frase singular: "Es el mejor jugador de Dinamarca". El último mercado de fichajes sirvió para enmendar operaciones cerradas en el anterior. Entre las compras para diseñar la plantilla de la actual temporada destacaron los fichajes de Pablo García, Sergio Ramos, Baptista y Robinho. Los gastos ascienden a 87 millones. Pero la inversión real en la plantilla es menor: a esos 87 hay que restar los 61 millones que el club obtuvo por los traspasos de Samuel, Owen, Solari y Morientes. Samuel y Owen no duraron ni un año. Solari fue renovado en enero y vendido en julio. Morientes fue repescado del Mónaco en junio de 2004 y traspasado al Liverpool en enero de 2005.
El 20 de febrero de 2005, cuando la última Liga se le escurría, el entrenador madridista, Vanderlei Luxemburgo, señaló a sus antecesores: "El problema viene de hace seis meses". Este verano tuvo ocasión de pedir una plantilla a su medida. Y hasta la semana pasada se mostró conforme. Ahora, en privado, asegura que necesita "cuatro" refuerzos. La cantera no le vale. El último canterano que se estableció en el primer equipo ascendió en 2002. Se llama Pavón.
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