_
_
_
_
Reportaje:

Por la vía rápida Comsa

competirá con Renfe en el transporte ferroviario de mercancías

Claudi Pérez

Comsa es una compañía centenaria, especializada en la construcción ferroviaria que supone más de la mitad de su negocio. Pero fabrica también aceite de oliva de calidad. Construye edificios. Tiene un hotel en Costa Rica. Una planta de purines en Juneda (Lleida). Y un largo etcétera -que va de las concesiones al sector de la energía- con el que facturará 752,2 millones de euros este año, el 15% más que en 2004. Ahora, el Ministerio de Fomento le acaba de otorgar una licencia para competir con Renfe en el transporte ferroviario de mercancías.

Comsa ha desembarcado en el mercado ferroviario polaco con la compra, por 10 millones de euros, de la compañía Trakcja Polska-PKRE Group
El grupo prevé empezar a operar en unos meses en un mercado apetecible para muchas compañías: Transfesa, Continental (ACS) y FCC, entre otras

A mediados del siglo XIX empieza a construirse en España el ferrocarril, con Cataluña como punta de lanza. Esa es justamente la semilla del grupo Comsa, fundado poco después, en 1891, y aún hoy especializado en la construcción ferroviaria, que actualmente supone el 51% de la facturación del grupo (la construcción a secas, representa el 85%. Pero los objetivos de la compañía pasan por reducir paulatinamente esas cifras, con mayor presencia en otros negocios.

Así que, como casi todas las constructoras españolas de mediano o gran tamaño, el grupo ha optado por la diversificación y la internacionalización, en una quincena de países. "El sector en pleno tiene muy claro que el ciclo alcista de la construcción está durando más que nunca pero un día u otro tiene que acabar. A este ritmo llegará un momento en que tendremos más autopistas y autovías que ningún otro país europeo", argumenta Jorge Mirarnau, presidente del grupo . Hay una segunda razón: "La construcción es un sector maduro con escasos márgenes. Es lógico que las empresas inviertan en otros sectores".

La última apuesta

La última apuesta de Comsa consiste en competir con el que ha sido, tradicionalmente, uno de sus grandes clientes, Renfe. El grupo ha obtenido la primera licencia privada para operar en el transporte de mercancías por ferrocarril. Actualmente, sólo el 3% de las mercancías se transportan en España por vía férrea. "Esa cifra tiene que subir necesariamente. Todos los Gobiernos de la Unión Europea tienen un problema de saturación en la carretera. Eso, unido a factores medioambientales y al incremento del precio del petróleo, tiene que suponer tarde o temprano la eclosión del transporte ferroviario de mercancías. El problema es que el despegue no acaba de llegar", sostiene el presidente de Comsa.

El grupo prevé empezar a operar en unos meses, en un mercado apetecible para muchas compañías: Transfesa, Continental Rail (ACS) y FCC, entre otras, han manifestado su interés por convertirse también en operadores ferroviarios. La Ley Ferroviaria, que entró en vigor el pasado 1 de enero, supone el arranque de la progresiva apertura a la competencia del hasta ahora monopolio público de transporte en tren, comenzando por las mercancías. Pero para ello, el Ministerio de Fomento tiene que aprobar primero distintas órdenes ministeriales que regulen todos los aspectos del sistema para que los nuevos operadores puedan competir. "Lo normal sería que en unos meses empecemos a operar, porque el grupo tiene ya empleados e infraestructura suficiente". ¿El transporte de pasajeros puede ser el próximo paso? "No es una prioridad, pero tampoco lo descartamos", afirma el presidente, que recuerda que Comsa transporta ya pasajeros en el tranvía de Barcelona.

Al margen de ese hito, el plan estratégico de Comsa tiene dos puntos clave: diversificación e internacionalización. El grupo está formado por un conglomerado de empresas en negocios cada vez más dispares: inmobiliario y hotelero, medio ambiente -tratamiento y distribución de agua y energías renovables-, y concesional, con aparcamientos, peajes en sombra y tranvías y metros ligeros, una de las áreas de mayor crecimiento potencial "porque supone para el grupo unos ingresos recurrentes durante un largo periodo de tiempo", explica Mirarnau. Pero el grupo tiene también otras filiales, como las dedicadas al área de transporte y logística e incluso una subsidiaria que fabrica aceite de oliva de calidad, con la enseña La Boella, que es también un centro de restauración y convenciones en la Costa Dorada, en Tarragona.

La aventura polaca

En el área internacional, Polonia es la última gran aventura. La compañía ha adquirido el 34% de la empresa polaca Trakcja Polska-PKRE Group, líder del sector ferroviario en Polonia, con una inversión de 10 millones de euros. "El objetivo es alcanzar la mayoría, como ya hemos hecho con otras filiales en Italia, Portugal y Australia. Y aprovechar el crecimiento del Este de Europa en un país que es similar a España, con unos 40 millones de habitantes y 23.000 kilómetros de vías", asegura el presidente.

La especialización del grupo en construcción ferroviaria es aún más acusada en el negocio internacional. "Hay pocas empresas dedicadas a la construcción ferroviaria, y ese es un activo que podemos explotar más fácilmente en el exterior. Pero no renunciamos a operar también en otras áreas, como la inmobiliaria o el tratamiento de residuos", concluye.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_