Ocho detenidos por copiar tarjetas y estafar más de 120.000 euros

Cuatro mujeres y cuatro hombres formaban parte de un grupo organizado dedicado a la captura de datos de tarjetas bancarias para realizar duplicados. La estafa se conoció a finales del pasado mes de agosto cuando varios vecinos usuarios de una entidad situada en la calle del Doctor Waksman de Valencia alertaron de cargos indebidos en sus cuentas. La investigación se dilató hasta el pasado jueves. Tres registros domiciliarios neutralizaban la actividad de la banda.

La Policía Nacional explicó ayer que dos datos coincidieron en el tiempo para que la investigación echara a andar: las denuncias de varios usuarios de un cajero de la calle del Doctor Waksman de Valencia y la zona de Tránsitos de la capital que habían descubierto cargos en sus cuentas de servicios que no reconocían como suyos; y la vigilancia a varias personas de nacionalidad rumana sospechosas de utilizar tarjetas de crédito falsas. Para la policía, según explicó ayer su portavoz en Valencia, Manuel Castilla, fue determinante que al conocerse las estafas denunciadas por algunos usuarios, cesara la actividad de aquellos a los que se vigilaba.

Sin embargo, las pesquisas continuaron, los agentes conocieron de los habituales viajes que dos de los sospechosos realizaban a Rumanía y descubrieron, además, un sofisticado sistema por el que se había capturado la información de las tarjetas de crédito copiadas: sobre la estructura del cajero se colocaba otra idéntica y en medio, una placa plana como la de un teléfono móvil que repercutía los movimientos sobre el teclado a un terminal que podía estar a varios metros de distancia.

La policía cerró el cerco sobre ocho personas: cuatro mujeres y cuatro hombres. Seis son de nacionalidad rumana, una de nacionalidad búlgara y otra española. La policía consideró ayer como capital la desarticulación de este grupo porque es la primera vez que puede descomponerse un sistema de clonación como el detectado dada su enorme precisión. La policía, que aprehendió todo el material usado por el grupo en dos domicilios de Valencia y uno de Burjassot justo cuando acababan de recibir una remesa de artilugios para insertar en cajeros, entiende que la estafa ha superado los 120.000 euros.