_
_
_
_
Reportaje:

Madres sin defensa

Una piloto embarazada se quedará en breve sin empleo ni asistencia sanitaria

Miguel González

La teniente Noemí Holgado, de 33 años, es la única militar española con la máxima calificación (CR3 o apta para el combate sin limitaciones) en el C-212 Aviocar y el Cessna Citacion V, los dos aviones con los que opera el Centro Cartográfico y Fotográfico del Ejército del Aire, con base en Cuatro Vientos (Madrid), donde está destinada desde 1994. Pese a ser instructora y piloto de pruebas con 2.500 horas de vuelo, perderá su empleo el próximo 21 de diciembre.

Holgado es oficial de complemento con 12 años de servicio, el máximo permitido por una ley de 1999 para quienes no son militares de carrera. Su problema lo comparten otros tenientes que se quedarán en la calle en vísperas de Navidad, si el Parlamento no lo remedia.

Holgado es oficial de complemento con 12 años de servicio, el máximo permitido por ley

Pero su caso no es comparable al de otros compañeros. Embarazada de más de siete meses, la fecha probable del parto, según su ginecólogo, es el 20 de diciembre, un día antes de quedarse sin trabajo.

En julio pasado se presentó en una oficina del Inem para conocer los trámites para percibir el subsidio de desempleo. Se le respondió que no podrá cobrarlo mientras esté de baja, pero entretanto podrá percibir una prestación por maternidad, de 16 semanas, a cuenta de la Seguridad Social.

Preguntó, pues, en la Seguridad Social, pero allí le indicaron que en sus archivos no figura ninguna cotización a su nombre, por lo que no se harán cargo de la prestación por maternidad ni de ninguna otra.

Acudió luego al Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS), perceptor de las cotizaciones que se descuentan de las nóminas de los militares, donde le dijeron que éste no se hace cargo del subsidio por maternidad e ignora quién es el responsable. Se dirigió, por último, a la Subdirección de Personal del Ejército del Aire, y allí le reiteraron que el 21 de diciembre dejará de ser militar, "siendo totalmente indiferente el que se encuentre de baja por parto, por maternidad o por cualquier otro tipo de incidencia".

La teniente tiene previsto dar a luz en una clínica de la mutua Adeslas, con la que el ISFAS ha contratado la asistencia sanitaria. El 19 de octubre recibió una carta en la que se le avisaba de que el 21 de diciembre será dada de baja en el ISFAS y, por tanto, también en Adeslas, "salvo que se comprometa a abonar a su cargo las cuotas correspondientes al asegurado y la aportación del Estado". Puede, por tanto, asumir el coste completo de la asistencia sanitaria, justo cuando se queda sin empleo, o pasarse a la Seguridad Social y cambiar de médico un día después de la fecha prevista de parto.

Pero ni siquiera esta última opción parece posible, según la experiencia de la teniente psicóloga V. C. B., también militar de complemento, que perdió su empleo el pasado 18 de febrero. Sólo 48 horas antes fue intervenida de urgencias por un embarazo ectópico. Cuando acudió al Inem para pedir su inscripción como desempleada, le dijeron que era imposible sin el alta médica. Tuvo que convencer a la facultativa de que le adelantara el alta para obtener asistencia sanitaria.

Estos problemas no son los únicos a los que se enfrentan las militares. En su anterior embarazo, hace tres años, Holgado perdió un complemento que supone casi el 20% de su sueldo. Presentó un recurso en el que recordaba que, según la ley de conciliación de la vida familiar y laboral, las trabajadoras gestantes tienen derecho a mantener sus retribuciones aunque cambien de puesto, pero se lo denegaron alegando que la concesión de dicho complemento era discrecional. "Si no estuvieras embarazada, no te pasaría esto, pero yo no te voy a decir que abortes", le espetó su jefe de entonces.

Justo Zambrana, subsecretario de Defensa, atribuye estas situaciones a lo reciente de la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas, y asegura que el Observatorio de la Mujer, que se creará en breve, servirá para corregirlas. De no ser así, se harán cada vez más frecuentes, pues más del 15% de los soldados son ya mujeres.

La teniente Noemí Holgado, en una fotografía anterior a su embarazo.
La teniente Noemí Holgado, en una fotografía anterior a su embarazo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_