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81 kilómetros interminables

El viaducto en el que el lunes perdieron la vida seis obreros forma parte del tramo de carreteras más caro adjudicado hasta ahora en España -17,4 millones de euros por cada uno de sus 9,1 kilómetros- y está incluido en la Autovía del Mediterráneo, un proyecto que ha quedado como una vieja deuda de los gobiernos del PSOE y del PP.

Hoy en día, es posible recorrer todo el Arco Mediterráneo desde Italia por autovías o autopistas hasta llegar a Adra. Pero si se quiere completar el recorrido hasta Algeciras, habrá que volver a la tortuosa N-340 de toda la vida, con un solo carril por sentido, escarpada por los barrancos de la costa tropical, atravesando pueblos costeros con una alta intensidad de tráfico. 81 kilómetros entre Adra y Nerja quedan aún por convertirse en autovía y sin un horizonte temporal aún definido, según reconoce el Ministerio de Fomento.

La obra fue ya incluida en el Primer Plan de Carreteras que la preveía para 1993
Cada kilómetro de autovía en Almuñécar cuesta 17,4 millones, el más caro de España

La Autovía del Mediterráneo estaba ya contemplada en el Primer Plan de Carreteras que el Gobierno de Felipe González programó para la década 1984-1993. El plazo se agotó sin que apenas se hubieran inaugurado una treintena de kilómetros, las rondas de Málaga y el tramo entre esta capital y Fuengirola. Luego fue incluido en el llamado Plan Puente, que tenía 1997 como horizonte, nuevamente con pocos avances más allá del tramo entre Málaga y Rincón de la Victoria y Almería-El Parador. El primer Gobierno de Aznar la programó en su Plan de Infraestructuras de Transportes 2000-07, periodo en el que se ha estirado por el oriente hasta Nerja y de El Ejido a Adra, y por el occidente se cerró el tramo Estepona-Guadiaro, pero el horizonte nuevamente se agotará sin que la obra esté conclusa.

La actual ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, ha incluido los 81 kilómetros que restan en el Plan Extraordinario de Carreteras, que pretende acelerar ciertas obras pendientes mediante un sistema de pago aplazado, el llamado método alemán, y que contempla una inversión de unos 1.000 millones de euros para el cierre de la Autovía del Mediterráneo.

Desde la administración siempre se han alegado las complicaciones orográficas y geológicas del terreno como uno de las principales razones de los retrasos, que ha complicado no ya la ejecución de las obras, sino la misma redacción de los proyectos, que han resultado además muy caros por la necesidad de construir grandes viaductos y túneles. Una adjudicataria llegó incluso a renunciar al proyecto entre Frigiliana y Nerja por las afecciones a las Cuevas de Nerja y a la Sierra Tejeda y Almijara, que finalmente costó 12,6 millones de euros por kilómetro.

El último tramo de esta zona que entró en servicio, ocho kilómetros entre Torrox y Frigiliana, lo hizo en julio de 2001, año y medio después de lo previsto porque se derrumbó un túnel que supuso un aumento presupuestario de 120 millones de euros.

El tramo que circunda Almuñécar, es un claro ejemplo. Adjudicado en octubre de 2001, la obra incluye cuatro viaductos, uno de ellos donde se produjo el trágico accidente laboral el lunes, y tres túneles.

De los 81 kilómetros pendientes de la Autovía del Mediterráneo, 29 están en obras, otros 44 en distintas fases de licitación y adjudicación, y ocho ni siquiera tienen redactado aún proyecto. Además, Fomento ordenó en octubre parar las obras entre Adra y Albuñol para esclarecer si se han usado materiales de baja calidad.

En febrero, el ministerio licitó los tramos Castillo de Baños-La Rápita (185 millones de euros para 14,5 kilómetros) y Salobreña-Motril (67,2 millones en 4,7 kilómetros).

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