Disturbios en Francia
La violencia vivida en Francia en los últimos días ha de servir como aviso para España. La falta de una política global de integración está dando frutos. Los hijos y nietos de inmigrantes, franceses en toda regla, siguen sin salir adelante, sin oportunidades y sin identidad nacional. Amargados y enojados, toman la calle.
En España, la inmigración es un fenómeno más nuevo y existe la oportunidad de prevenir que estos conflictos aparezcan aquí. Implementar políticas de vivienda que no creen guetos: que seamos todos vecinos. Fomentar un sistema educativo que facilite la mezcla entre los españoles hijos de inmigrantes y la población autóctona: que jueguen juntos los niños de todas nacionalidades. Agilizar el sistema de oposiciones para permitir que haya médicos, profesores y funcionarios extranjeros: que todos los niños vean la igualdad de oportunidades para todos.
Es hora para empezar un debate nacional sobre cómo va a ser España dentro de 30 años. Si no se hace nada, sólo hay que mirar hacia el norte para ver cuáles pueden ser las consecuencias.
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