El club familiar por excelencia supera al United
Uno de los secretos del Villarreal es su estructura, tan sencilla como bien definida
Club familiar por excelencia, la estructura del Villarreal parece más propia de un pequeño comercio que la de uno de los clubes que mandan en el continente. Lo hace, sorprendentemente, en el grupo D, con seis puntos, por delante del Lille, el Manchester United y el Benfica. A través de una pirámide tan sencilla como bien definida. A la cabeza está el padre, Fernando Roig, empresario azulejero de 57 años, dueño de Pamesa, autoridad indiscutible en la entidad. A un lado, su hijo, Fernando Roig Nogueroles, director del área deportiva, que conquista parcelas a medida que gana experiencia: su apuesta por el fichaje de Forlán, por ejemplo, fue decisiva; al otro lado, José Manuel Llaneza, consejero delegado, curtido hombre de fútbol encargado de labores de fontanería; y, por último, dos veteranos ex futbolistas con toda una vida vinculada al balón: Paquito y Jesús Martínez. Este último, ex secretario técnico del Valencia, viaja con el equipo en Europa y ejerce de una especie de asesor áulico, siempre cerca de Roig y del entrenador, el chileno Manuel Pellegrini, con quien tiene una estrecha amistad.
La familia la completa la hija de Roig, Elena, ocupada de las relaciones externas, y no faltan en algunos desplazamientos el tío Paco Roig, que acaba de comprar el Hércules, o su hijo Alfonso, nuevo consejero delegado del club herculano. Los otros directivos son amigos del presidente que también se dedican al mundo de la cerámica: Pere Llop y Ramón Marco, entre otros
Forlán, tres semanas de baja
En ese ambiente, los periodistas que acompañan al grupo se alojan en el mismo hotel que los jugadores y directivos, costumbre desterrada en otros clubes más rimbombantes. Y los futbolistas, que se mezclan con unos y otros, apenas se sienten presionados más que por ellos mismos y por su entrenador. Este es uno de los secretos que permite al Villarreal estar consolidándose en Europa, acompañado de una ilusión gigantesca, sobre todo tras de vencer al Benfica (0-1), convirtiéndose en el primer conjunto español que lo conseguía. El cuadro de Pellegrini, con sólo dos goles en cuatro partidos, depende de sí mismo para alcanzar la siguiente fase de la Liga de Campeones. Precisa ganar uno de los dos encuentros, el primero con el Manchester en Inglaterra, el día 22, y el último en casa ante el Lille, el 7 de diciembre. No es poca cosa para una entidad que, hace tan sólo ocho años, malvivía en Segunda, antes de que llegara Roig e instaurará su estructura familiar.
La mala noticia fue la lesión de Forlán el miércoles, con una rotura fibrilar en el muslo, que lo apeará de jugar al menos tres semanas. Justo en el momento en que el delantero uruguayo parecía haber recuperado la forma del curso pasado, cuando conquistó el Pichichi y la Bota de Oro con 25 goles.
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