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Perejaume evoca en La Pedrera el mundo del filólogo Joan Coromines

Con motivo del centenario del nacimiento del filólogo Joan Coromines (1905-1997), la Fundación Caixa Cataluña organiza la exposición Amidament de Joan Coromines per Perejaume, que se propone acercar al público la obra de este extraordinario erudito a través de la mirada del artista Perejaume. La exhibición, que permanecerá abierta hasta el 26 de noviembre en L'Entresol, la nueva sala de exposiciones de pequeño formato de La Pedrera de Barcelona, se compone de una videoinstalación sonora formada por diversos elementos que evocan la figura de Coromines.

La pieza central es la legendaria calaixera de 36 cajones, que contiene más de un millón de fichas de los diccionarios etimológicos catalán (Diccionari etimològic i complementari de la llengua catalana), castellano (Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico), aranés (El parlar de la Vall d'Aran) y toponímico (Onomasticon Cataloniae).

Antes de llegar a la sede de la Fundación Pere Coromines de Sant Pol de Mar (Maresme), donde se conserva actualmente, la calaixera tuvo varias peripecias: trasladada a París a causa de la Guerra Civil, permaneció extraviada durante toda la II Guerra Mundial y finalmente apareció en Chicago, en 1946. También se expone otro mueble más pequeño que se encontraba en el estudio del filólogo en Pineda de Mar.

Once libretas

Sumidas en la penumbra, se exhiben las once libretas que contienen las listas de las excursiones que Coromines realizaba para entrevistarse con usuarios de la lengua y recabar información para sus obras, en especial el Onomasticon Cataloniae. El extremo rigor de este peculiar trabajo de campo llevó a Coromines a realizar -entre los años 1923 y 1979- 1.332 excursiones, incluidas varias ascensiones a diferentes picos del país, "que constituyen una verdadera forma de narratividad a la vez biográfica y territorial", en palabras de Perejaume. La reproducción de unas entrevistas, realizadas en 1931 para una de las entradas del Onomasticon, resulta esclarecedora de su estrecha vinculación con la tierra y sus habitantes y de su método de trabajo, basado en la aproximación científica al origen y el significado de las palabras, sobre todo catalanas.

El espacio expositivo está acotado por dos grandes pantallas, donde se reproduce la cartografía animada del oleaje marino, que deja paso a un sonido parecido a un rugido, formado por las 8.000 palabras del diccionario etimológico pronunciadas todas al mismo tiempo.

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La exposición, que tiene prevista una larga itinerancia, se presentará en marzo en la Universidad de Chicago, de la que Coromines fue catedrático durante 20 años, con motivo de la inauguración de la Cátedra Coromines y del primer curso que impartirá Carme Riera.

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