200 trabajadores se encierran en la torre de control del aeropuerto de Sabadell
Los empleados aseguran que en la zona hay 30 grúas ilegales
Ante la falta de respuesta a sus peticiones, unos 200 trabajadores del aeropuerto de Sabadell ocuparon ayer, hacia las 12.30, la torre de control y exigieron la dimisión de la ministra de Fomento y de los alcaldes de Badia, Barberà y Sant Quirze del Vallès. Los trabajadores pasaron la noche encerrados y alertaron de que no abandonarían el edificio hasta las 9.30 de hoy, hora en la que se prevé la llegada del alcalde de Sabadell, el socialista Manuel Bustos.
Los empleados ven peligrar sus puestos de trabajo por el cierre del aeropuerto, decidido por Fomento tras la muerte, hace dos semanas, de cuatro personas que pilotaban una avioneta que chocó contra una grúa.
La ocupación pilló al director del aeropuerto, Antonio Navarro, en su despacho. Navarro se encerró en la oficina tras atender a los trabajadores y explicarles que el aeropuerto permanecerá cerrado hasta que no se retiren las grúas ilegales. Pero aquello, como gritó una airada manifestante, era "una ocupación en toda regla". Así que cuando los trabajadores entraron en tromba en su oficina, el director del aeropuerto, móvil en mano, se vio obligado a refugiarse en otro despacho. Aquí no acabó todo. Con golpes a la puerta y gritos, los trabajadores lograron que Navarra volviese a salir y accediera a reunirse con dos representantes de los trabajadores.
Lo que le exigieron, según explicó el responsable de la escuela de pilotos del Aero Club de Sabadell, Carles Salafranca, fue "la publicación inmediata de un NOTAM", siglas inglesas de Notice to Air Man, un informe oficial que los pilotos utilizan en sus vuelos y en el que se detalla dónde se encuentran los obstáculos. Salafranca cree que si los pilotos tienen la ubicación de las grúas ilegales, "podrían volar al mismo tiempo que las van desmantelando". "Si nos encerramos", explicó Salafranca, es "para lograr que alguien nos escuche porque tras 10 días aún no hemos hallado un interlocutor válido".
Los trabajadores del aeropuerto no entendían por qué "los constructores pueden seguir trabajando, cuando son ellos los que han cometido la irregularidad", mientras que ellos tienen que "estar parados". "Lo normal es que cuando se recibe la notificación, la grúa se desmantele en 24 horas", aseguró Ricard Castellar, uno de los trabajadores. Castellar señaló que ya se han detectado más de 30 grúas ilegales.
Mientras los trabajadores permanecían encerrados en la torre de control, las 27 empresas que usan el aeropuerto mantenían una reunión con los abogados que van a llevar su caso, del despacho de Miquel Roca. Según el presidente del Aero Club, Carles Martí, los abogados estudian, "ante la incompetencia de las administraciones", la posibilidad de que sea esta entidad la que se dirija a los responsables de las grúas "para que las retiren de forma inmediata".
Las pérdidas diarias son, según Martí, "de 120.000 a 180.000 euros, y algunas de las empresas ya se están planteando regulaciones de empleo". El secretario de Movilidad y Transporte de la Generalitat, Manel Nadal, explicó que "el aeropuerto no puede reabrir hasta que no se hayan suprimido los obstáculos". "Desde la Generalitat reclamaremos y pediremos que se aceleren los trámites", añadió. Si las grúas no se desmantelan, alertó Nadal, "tendrá que actuar la Guardia Civil".
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