Ingresa en prisión el acusado de matar a dos personas en Manises

Vicente González Cano ingresó ayer en la prisión de Picassent después de tres cuartos de hora de declaración. Se le acusa de disparar contra su hijo, al que hirió de gravedad, y de matar a otras dos personas el pasado 13 de octubre en Manises. Escapó de la policía tras los hechos y durante 18 días permaneció huido. Fue localizado en Murcia y la mujer que lo acompañó en la fuga quedó en libertad provisional.

Pocos minutos antes de las once, dos vehículos monovolumen de la policía nacional entraban al garaje del edificio de los juzgados de Quart de Poblet (partido judicial al que pertenece Manises, donde ocurrieron los hechos por los que fue detenido el lunes). Vicente González Cano, de 53 años, y su compañera, una mujer de nacionalidad rumana de 21 años y embarazada de algo más de ocho meses, iban dentro. El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número tres, quien el día de los hechos ya dictara la orden de búsqueda contra González Cano, inició la declaración a las 12.00. Cuarenta y cinco minutos después finalizaba la comparecencia.

El juez dictó un auto de ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para él por dos presuntos delitos de homicidio y un homicidio en grado de tentativa, según informó el Tribunal Superior de Justicia (TSJ). A esas imputaciones el fiscal quiere añadir el delito de tenencia ilícita de armas y el de omisión de socorro. La investigación continúa abierta. Y será en el transcurso de la misma cuando se determina qué grado de implicación pudo tener la mujer que le acompañó desde que escapó. El juez decretó ayer libertad provisional sin fianza para ella.

Vicente González Cano fue detenido en un piso que alquila habitaciones en Murcia a las cinco de la madrugada del lunes. Estaba en la cama junto a su compañera. Así puso fin la policía a una fuga de 18 días que mantuvo en jaque a las fuerzas de seguridad.

El relato de los hechos se inició entre las 7.00 y las 8.00 del pasado 13 de octubre. Vicente González Cano, con antecedentes penales, calificado por forenses de "muy peligroso" y relacionado con el consumo y tráfico de estupefacientes según fuentes de la investigación, acudió a la empresa propiedad de dos de sus hijos en un polígono de Manises. Entró y disparó con una pistola a su hijo, al que dejó malherido, ya en 2002 había intentado matarlo. El gerente de la firma trató de evitar una tragedia mayor y resultó muerto de varios disparos. Vicente González escapó del lugar en dirección a la casa de otro de sus hijos. En el camino, atropelló a un hombre de 67 años, Vicente Gil, que cruzaba la calle con su perro. El entonces fugitivo abandonó su coche en un polígono de Aldaia y burló los cercos policiales hasta que el domingo la policía confirmaba que efectivamente estaba en Murcia y lo detuvo.