El PSE muestra respaldo total a la política de Patxi López y le reelige con el 96,7%
El secretario general afirma que se sentará con todos los partidos para buscar la paz
El reelegido secretario general del PSE-EE, Patxi López, dijo ayer en el discurso de apertura del congreso de su partido que está dispuesto a sentarse "con todos", en un escenario de ausencia de la violencia, para buscar la paz. Sin embargo, advirtió de que la reforma del Estatuto sólo será posible si recaba más apoyos que en 1979, cuando fue aprobado. López, que recibió el respaldo a su política con un histórico 96,7% de los delegados, dijo que el PSE es "la alternativa real" al PNV precisamente cuando Euskadi está "en el umbral de un nuevo tiempo de libertad".
El socialismo vasco salió ayer más cohesionado que nunca, tres años y medio después de la crisis que en la que entró, tras la dimisión de Nicolás Redondo Terreros como secretario general. Ayer, ni Gotzone Mora, ni Rosa Díez, ni el propio Redondo aparecieron por el palacio Euskalduna, la sede del congreso.
López afrontaba su reelección en el V Congreso sin un candidato alternativo y en un contexto político favorable debido a los buenos resultados de las pasadas elecciones autonómicas. El PSE subió cinco escaños en el Parlamento vasco, de 13 a 18, mientras el PNV bajó 140.000 votos y 120.000 el PP.
Sin embargo, el resultado del congreso rompió con las previsiones más optimistas. El informe de gestión logró un respaldo del 98% del congreso y Patxi López, con el 96,7%, supero muy ampliamente el techo histórico de apoyos en la elección de un secretario general, que mantenía Ramón Jáuregui con el 65% en 1991.
López consiguió el apoyo de 469 delegados de los 533 presentes, con 14 papeletas en blanco y dos nulas. Un total de 48 delegados no participaron en la votación. En marzo de 2002, en su primera elección, López obtuvo el respaldo del 57% de los delegados.
El núcleo duro de la ejecutiva de López hizo un verdadero esfuerzo por la unidad y así consensuó la mayoría de las 248 enmiendas, de las que 150 eran a la ponencia oficial. El debate sobre las enmiendas de Guipúzcoa en las que se proponía denominar a Euskadi como "nación o comunidad nacional" seguía abierto durante la noche de ayer. Fuentes de la ejecutiva indicaron, no obstante, que López ya ha resuelto ese asunto y se ha pronunciado sobre la validez de ambas "porque lo importante no es el término sino su contenido".
El reelegido secretario general recordó en su intervención ante los delegados al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y a la propuesta para lograr un final de ETA acordada en el Congreso. Y en ese contexto se mostró convencido de que la paz va a llegar a Euskadi y a España: "No hablo por hablar", apostilló.
López explicó a sus compañeros que existe ya un nuevo escenario político vasco en el que el PSE es la alternativa al PNV, y transita por el carril central de la política vasca.
Aseguró que su partido no ha ido "de la mano" del PP, como algunos auguraban, ni se ha echado "en brazos" del PNV. En ese momento advirtió a los nacionalistas de que no van a "comulgar con ruedas de molino" ni con la territorialidad, ni con la autodeterminación, ni con superar la Constitución "con la excusa de que así normalizamos el país".
Según dijo, la Constitución y el Estatuto siguen siendo la guía del partido, aunque exprimiendo a fondo todas sus posibilidades, incluida la reforma.
Entonces explicó que el PSE "nunca será un muro de contención de un nuevo Estatuto" siempre que se fragüe con un apoyo mayor al que tuvo el vigente en 1979. "Y no hablo del 53% del censo, que es la trampa que suele hacer Ibarretxe" señaló, sino de "más del 80% de los ciudadanos que lo refrendaron entonces".
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