'Al filo de lo imposible' emprende la conquista de la Antártida
La expedición de TVE recorrerá 6.000 kilómetros en un catamarán
La expedición más ambiciosa de Al filo de lo imposible está en marcha. En pocas horas, el equipo del programa de TVE que dirige Sebastián Álvaro emprende rumbo a la Antártida para explorar el continente helado. La travesía -6.000 kilómetros a bordo de un catamarán montado sobre cuatro patines y propulsado por 10 cometas de diferentes tamaños- sigue los pasos de la aventura que inició Ernest H. Shackleton en 1914.
Es "el máximo reto" de Al filo de lo imposible", explicó ayer la directora general de RTVE, Carmen Caffarel, durante su intervención en la comisión de Control parlamentario. Recordó que el programa lleva cinco años preparando la aventura y que su objetivo es recorrer la Antártida oriental en un catamarán polar.
La expedición está integrada por tres tripulantes, Ramón Larramendi, Juan Manuel Viu e Ignacio Oficialdegui, a los que se unen Sebastián Álvaro, el cámara Antonio Perezgrueso y el técnico de sonido Sergio Casas. El equipo acumula gran experiencia en expediciones polares. Algunos de ellos conquistaron el polo Norte en abril de 1999. Justo desde ese año, Al filo lleva trabajando en la nueva expedición.
A lo largo de los próximos dos meses, los expedicionarios tendrán ante sí 6.000 kilómetros de suelo helado en la que será la exploración transartártica española más ambiciosa. Además de presentarse como un reto deportivo, Al filo tiene entre manos una misión científica coordinada por el catedrático Eduardo Martínez de Pisón: tomar muestras de hielo y recoger información sobre los vientos catabáticos para un estudio en el que está embarcada la Universidad de Ohio (Estados Unidos).
Para el equipo del programa de TVE, este viaje polar representa el último reto geográfico del planeta. Llevarlo a cabo ha exigido la fabricación de un sofisticado catamarán que ya fue probado en Groenlandia. Este artefacto ha sido diseñado por Larramendi, uno de los mejores especialistas del mundo en travesías polares. El trineo se ha montado sobre cuatro patines y aprovechará la fuerza del viento para avanzar gracias a 10 cometas manejados por poleas. Una de ellos, el ala más grande de vuelo libre del mundo, ocupa 60 metros cuadrados. La tripulación podrá así avanzar entre 200 y 400 kilómetros al día.
Esta aventura forma parte del empeño de Al filo por revivir las grandes epopeyas del siglo XX. La expedición que ahora comienza sigue los pasos de Shackleton y del Endurance, propulsado a vela y a vapor, cuya tripulación aspiraba a conquistar la Antártida. El barco, sin embargo, se vio atrapado en un cinturón de hielo y las enormes placas le llevaron al fondo del mar de Weddell en 1915. Shackleton y sus hombres no pudieron conquistar nada, pero salieron vivos. Este nuevo desafío a la Antártida se une al culminado por Al filo en enero 1995, cuando alcanzó el polo Sur tras 55 día de marcha.
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