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11 inmigrantes mueren en un incendio en Holanda

Las víctimas eran 'sin papeles' pendientes de repatriación en el aeropuerto de Amsterdam

Isabel Ferrer

Once personas fallecieron ayer y otras 15 resultaron heridas, una de ellas de gravedad, al incendiarse el centro penitenciario adscrito al aeropuerto de Amsterdam-Schiplhol donde permanecían recluidas. Las víctimas eran inmigrantes sin papeles en espera de ser rapatriadas a sus países de origen y ocupaban una de las alas de un recinto abierto en 2002, con capacidad para 400 presos. Según varios detenidos, los guardianes no atendieron a tiempo sus peticiones de auxilio. Las autoridades, por el contrario, aseguran que se actuó con prontitud. En la confusión del siniestro,cinco reclusos escaparon y son buscados por la policía.

Es la tercera vez que esta prisión sufre un incendio y los bomberos habían pedido en 2003 la mejora de las condiciones de seguridad. Poco antes de su apertura, hubo un fallo en el sistema de calefacción eléctrica. El Instituto para la Lucha Contra los Incendios también aconsejó proteger las celdas contra el fuego (deben resistir media hora para facilitar una evacuación). Según el servicio de extinción de incendios, dichas recomendaciones fueron atendidas.

En estos momentos, hay dos investigaciones en curso. La fiscalía lleva la primera, destinada a aclarar las causas del fuego. La otra corre a cargo del Consejo Holandés para la Seguridad, organismo independiente. Con esta última, el Ayuntamiento de Haarlemermeer, distrito al que pertenece el aeropuerto, pretende saber si la concesión de la licencia de obras estaba en regla, el estado de los materiales utilizados en las mismas y las condiciones de seguridad. También se espera averiguar si la actuación de las autoridades en el socorro a los detenidos fue apropiada. Uno de ellos declaró a la televisión pública holandesa que la ayuda llegó tarde. "No abrían las puertas. Nos dejaron encerrados dentro, nos quemaba la garganta, gritábamos y pateábamos", dijo.

De momento lo único probado es que el fuego se declaró pasada la medianoche y no pudo sofocarse hasta tres horas después. Según el Consejo Holandés para los Refugiados, la calidad del recinto deja mucho que desear. "Los vestíbulos son muy estrechos y no hay un sistema central de apertura y cierre de las celdas". Precisamente este extremo provocó escenas de pánico entre los detenidos cuando alertaron a los celadores de que había fuego. En el ala siniestrada había 43 personas repartidas en 24 celdas dobles.

Traslado de los presos

Martin Bruinsma, portavoz de la Fiscalía, aseguró que los servicios de urgencia actuaron "muy deprisa". Sí admitió que las celdas no estaban diseñadas para abrirlas de forma automática y simultánea. Los reclusos fueron llevados al patio, rodeado por una valla de tres metros de altura coronada por alambradas. Luego serían trasladados a otras cárceles nacionales. Mientras, un helicóptero policial buscaba a cinco fugitivos.

En el momento del incendio, había 350 internos. Se trata en su mayoría de inmigrantes sin papeles que son repatriados a sus países de origen de forma casi inmediata. También están encerrados los que agotaron las apelaciones y reciben la orden de rapatriación. Traficantes de drogas originarios en su mayoría de las Antillas holandesas, la antigua colonia en el Caribe, son los otros inquilinos habituales.

Los presos aguardan su traslado en el centro de detención del aeropuerto de Amsterdam.
Los presos aguardan su traslado en el centro de detención del aeropuerto de Amsterdam.REUTERS

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