IU afirma que las obras de la M-30 incumplen la normativa ambiental
La Confederación del Tajo asegura que sus inspectores no han detectado irregularidades
El Ayuntamiento incumple las condiciones que la Confederación Hidrográfica del Tajo le impuso el pasado enero para soterrar la M-30 a su paso por el río Manzanares, según denunció ayer la portavoz municipal de IU, Inés Sabanés. Por eso, la concejal ha remitido una carta al presidente de la Confederación en la que le pide que inspeccione las obras y tome las medidas necesarias para que la reforma de la vía se adapte a los permisos concedidos. Esta obra fue eximida por la Comunidad de Madrid de la previa declaración de impacto ambiental. A cambio, el Gobierno regional y la Confederación Hidrográfica del Tajo impusieron al Ayuntamiento una serie de medidas medioambientales.
Manuel Melis, coordinador general de Infraestructuras del gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón, replicó a Sabanés que la Confederación inspecciona regularmente las obras y que éstas cumplen todos los requisitos. Un portavoz del organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente confirmó que cinco personas al mando del comisario de la Confederación, José Antonio Díaz Lázaro, se encargan de inspeccionar las obras y "no han detectado" ninguna infracción.
La lista de supuestas irregularidades denunciadas por IU es extensa: ocupaciones excesivas del cauce del río, en ambas márgenes al mismo tiempo y fuera del periodo autorizado (la época estival), aliviaderos cerrados, inexistencia de un plan de emergencia y otro de revegetación de la zona, incapacidad del río para soportar una avenida repentina de agua... "Es lamentable que IU tenga que decir a la Confederación lo que tiene que hacer", afirmó la concejal de este grupo Concha Denche.
La coalición da especial importancia a la falta de un plan de emergencia para evacuar el río en caso de inundación, y que la ocupación de los cauces no permita que el agua fluya con normalidad.
Cinco especialistas
Un portavoz de la Confederación explicó, sin embargo, que cinco especialistas (una bióloga, un geólogo, un catedrático en Geología y dos ingenieros) inspeccionan regularmente las obras y que "no han detectado" irregularidades. "La máxima preocupación es garantizar la capacidad hidráulica", señaló este portavoz. Es decir, que el Manzanares sea capaz de resistir el embate de una avenida repentina de agua. "Todas las plataformas que ocupan el cauce del río son inundables, erosionables y arrastrables. Es una de las condiciones que hemos impuesto", arguyó. Si viniera una riada, las plataformas no ofrecerían ninguna resistencia al agua. "Aunque con el poco líquido que hay en los embalses de El Pardo y Santillana es poco probable que esto suceda", concluyó el portavoz de la Confederación.
Denche y Sabanés recordaron que cada modificación del plan inicial debe contar con el visto bueno del ministerio -"y no está pasando", aseguran- y que el incumplimiento de la autorización podría conllevar la paralización de las obras. Las dos ediles adelantaron que incluirán esta denuncia en la documentación que presentaron contra las obras de la M-30 ante el Parlamento Europeo.
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