Recuperación

Los mercados de valores vivieron ayer una jornada en la que la recuperación de posiciones fue la nota dominante. De una sola tacada, el Ibex 35 ha vuelto a situarse sobre el nivel de los 10.500 puntos y sin que el volumen negociado haya cambiado sensiblemente respecto de las sesiones anteriores, en las que las cotizaciones caían con fuerza.

El principal índice del mercado español ganó ayer el 1,60% para cerrar en 10.534,50 puntos, el nivel más alto de la sesión. La aceleración que vivieron en los últimos minutos del día la mayoría de los mercados de valores europeos tuvo como causa principal la recuperación de Wall Street ante el nuevo retroceso del precio del petróleo y los buenos resultados empresariales.

El precio del barril de petróleo llegó a caer en Nueva York por debajo de los 60 dólares y ello animó a los inversores estadounidenses a plantearse la vuelta a la renta variable, con lo que el Dow Jones llegó a subir más del 1% en las primeras horas de la sesión, (cerró con una subida del 1,66%( y animó al conjunto de los mercados europeos, que forzaron la marcha y terminaron con avances que superaron el 1% en la mayoría de los casos.

La contratación en el Mercado Continuo mejoró en poco más de 200 millones de euros la del pasado viernes, hasta quedar en 3.645,03 millones, de los que 2.468,70 procedían de las operaciones "abiertas".

La mayor parte de la actividad se concentró en torno a los grandes valores, que también fueron los protagonistas de algunos de los mayores avances del Ibex 35. El Banco SCH negoció 60 millones de acciones en operaciones "abiertas", el 26% del total, mientras que Telefónica se quedaba con otro 20%. Entre cuatro valores acapararon casi dos tercios del total negociado.

Los avances del resto de los principales mercados de valores europeos quedaron por debajo del obtenido por el Ibex 35. La Bolsa de París subió el 1,27% y la de Francfort el 1,31%, mientras que la Bolsa de Londres ganaba el 1,27%.

En Wall Street se vivió con alivio el retroceso del precio del petróleo por cuanto significa de menores presiones inflacionistas a medio plazo, aunque nadie espera que la política monetaria vaya a salirse de las directrices marcadas en las últimas reuniones de la Reserva Federal.