El 'Godzilla' del Getafe
El equipo de Schuster, flamante líder, tiene uno de sus puntos fuertes en la voracidad del ex madridista Riki, que ya suma cuatro goles
En el descanso, las náuseas le podían y la bilis le cercenaba el estómago, pero Iván Sánchez-Rico, Riki para todos, se confabuló contra sus jugos gástricos y hasta su relevo, en el minuto 52, siguió apurando las marchas de sus piernas. El Zaragoza saludó la idea, que tampoco gustó al entrenador del Getafe, Bernd Schuster.
"Riki ha estado vomitando en el vestuario sin parar. Estaba que se salía. Me habría gustado mantenerle", se lamenta el alemán. "Luchó contra las náuseas hasta que no pudo más", relata Pernía, que confía en ver al goleador, que contabiliza cuatro aciertos, como Güiza, su compañero jerezano de correrías, el jueves ante la Real. "Nos compenetramos a la perfección", responden a una voz. Con un matiz: el punta de Aranjuez es el máximo artillero azulón en Primera con siete goles.
Riki, que no sabe qué mal le afectó -si la gripe, otro virus de la época o un simple corte de digestión-, se mantiene fiel al guión, que no preveía el liderato. "Nos queda mucho camino, pero, mientras tanto, me beneficia que el juego sea más alegre", esgrime entre las proclamas que le colocan en la selección. Como las de su presidente, Ángel Torres: "Me consta que Luis y Schuster hablaron de llevar a Riki a Bélgica y San Marino, aunque quizá habría sido un poco precipitado".
"¡Ufff! Lo de la selección es un sueño, pero... tiempo al tiempo", confía el jugador, que "firmaría diez golitos" antes del inicio del Mundial de Alemania. "Cuantos más, mejor. Pero no me obsesiona. Lo que quiero es ayudar", prosigue Godzilla, el mote que le puso Craioveanu en la concentración veraniega del club. "Estábamos viendo esa película y, como me ve fuerte y veloz... Pero prefiero Pirelli", es su explicación. "Aunque sea por lo de Potencia sin control".
Ahora a Riki le va bien, pero hace dos temporadas fue uno de los descartes de turno del Madrid. Pese a que Carlos Queiroz le comenzó a pulir, José Antonio Camacho no creyó en él. "El mundo no se termina en el Madrid", estima. Riki, ante todo, es pragmático: "A día de hoy, es complicado continuar en el Madrid. En especial, en casos como el mío, porque con la gente que traen delante...".
Con dos goles en cada pie, polivalente al máximo -"me da igual jugar por los lados que por el centro"-, Riki, que se atiborró de 18 goles con el filial, vio cómo se le cerraban las puertas de la primera plantilla madridista dado el overbooking en los puestos del ataque. Fue cuando el proyecto del Getafe le enganchó.
El club pagó por él 300.000 euros y Riki firmó por tres campañas. Protegido por una cláusula de seis millones, Joaquín Caparrós se lo quiso llevar al Deportivo. A Rafa Benítez tampoco le disgustaría contar con su colaboración. "Es el delantero de moda, pero por cuatro millones no se lo lleva ni el Liverpool ni nadie", zanja Torres. "El Madrid se llevaría el 50% del traspaso. ¡Si es que siempre pilla por algo!", expone el propio Riki.
Así que, de momento, Riki se contenta con cazar por las riberas del Tajo cuando no lo hace en el Coliseum Alfonso Pérez.
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