El Plan Midas recurre a la alfabetización tecnológica contra la exclusión social
Unos 100 alumnos de un barrio malagueño mejoran con el apoyo de una asociación
La lucha contra el analfabetismo aún se libra en algunos núcleos de las capitales andaluzas. Ese es el caso del distrito malagueño de La Palma-Palmilla, donde ocho de cada 100 vecinos no saben leer ni escribir y muy pocos son los que tienen los más elementales conocimientos informáticos. Este barrio tiene la misma tasa de analfabetismo que se registra en países en vías de desarrollo como Tailandia o Filipinas, según datos de la Fundación Ciedes -auspiciada por el Ayuntamiento de Málaga y varios organismos e instituciones provinciales-, y la Organización para la Educación de las Naciones Unidas (Unesco).
El distrito de La Palma-Palmilla está formado por seis populosas barriadas (La Palmilla, La Virreina, 26 de Febrero, 503 Viviendas, Huerta de la Palma y 720 Viviendas) en las que según el censo residen 17.489 personas, aunque se calcula que la población es de 28.000. En él conviven sin problemas gitanos y payos, grupos a los que en los últimos años se han sumado inmigrantes subsaharianos y magrebíes.
Sin problemas de convivencia graves pese a la disparidad de razas y culturas, este distrito padece una lacra que lastra su desarrollo: la exclusión social de sus habitantes. Paro, bajo nivel cultural, desmotivación, droga y conflictos callejeros han convertido este distrito norte de la capital malagueña en una zona deprimida en la que varias asociaciones batallan por ofrecer alternativas de futuro a sus vecinos. Una de ellas es la que preside José Pérez Palmis, un abogado malagueño de 73 años que hace 15 años creó la Asociación al Servicio de la Investigación y la Tecnología (Asit).
La labor de Pérez Palmis
Esta asociación se fijó hace un lustro el objetivo de combatir otro tipo de analfabetismo que amenaza por igual a niños y adultos con los riesgos de la exclusión social, como es el analfabetismo digital. Para ello, Pérez Palmis ideó, en colaboración con la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, un programa de formación y de desarrollo social para los vecinos de esta zona desfavorecida. Bajo el nombre de Plan Midas, Asit desarrolla un ambicioso proyecto educativo y de formación que en el último año ha ofrecido buenos resultados. "Sólo durante 2004 más de 100 niños han mejorado su rendimiento académico tras pasar por el Aula Eneas de apoyo escolar; más de 200 personas se han formado en nuestros cursos de alfabetización digital; una treintena de mujeres gitanas se han formado en el Aula Vargas Heredia y han encontrado un empleo y más de 300 vecinos han encontrado un trabajo al recurrir al Centro Aquiles de empleo", explica satisfecho Pérez Palmis.
Katy Cano es la responsable del Aula Eneas de apoyo escolar, una iniciativa con la que se trata de combatir además el alto absentismo escolar de la zona.
Este curso, el tercero de la iniciativa, cuenta con un centenar de alumnos, de entre 10 y 18 años, a quienes Kati y su compañera Marisa Madrid prestan una atención personalizada según sus carencias. "Se trata de apoyarles en todas la materias, para lo que realizamos un seguimiento de cada alumno durante el curso. Los alumnos responden, y de ahí los resultados que hemos obtenido en esta parte del programa, e incluso conseguimos que los padres se impliquen y presten atención al rendimiento de sus hijos. El curso pasado, más de 100 estudiantes mejoraron su rendimiento académico tras pasar por el aula", indica Kati.
Una de las asignaturas que más demanda registra es Inglés ya que, según opina Pérez Palmis "quien hoy día no sepa idiomas e informática es un analfabeto". Al cargo de esta materia se encuentra Beauty, una menuda y sonriente nigeriana treintañera que desde hace un año reside con su familia en La Palmilla. "Me gusta mi trabajo con los niños. Llegan con conocimientos escasos y casi ninguno aprobaba inglés en el cole, pero ahora con las clases de apoyo les resulta más fácil", cuenta Beauty.
Ejemplo de integración
"Ella es un ejemplo de integración. Llegó y puso al servicio de la asociación sus conocimientos de idiomas, algo de lo que ahora se benefician niños y adultos", explica Tomás Pérez, director del Plan Midas, que este año quiere llevar este programa a los hogares de los minusválidos. "Son los excluidos de la exclusión, pero con los voluntarios estamos logrando acabar con su aislamiento", indica.
Este proyecto fomenta también la e-formación (formación tecnológica), a través de talleres de alfabetización digital y talleres de tecnología. "Damos las clases en grupos reducidos para que el aprendizaje sea más rápido. En un curso pueden pasar unas 200 personas entre adultos y niños y a cada uno de ellos se le ofrece la formación que mejor se adecue a sus necesidades", explica Tomás Pérez.
Teletrabajo, Software libre, Informática para niños, Introducción a la ofimática para personas sin conocimiento previo, Diseño gráfico o Administración electrónica son algunos de los cursos que se imparten en el aula tecnológica, que actualmente cuenta con 16 ordenadores conectados a Internet.
"Estamos en contacto con la Consejería de Innovación para potenciar este taller tecnológico. Son herramientas básicas y debemos propiciar que todos los ciudadanos accedan a ellas para garantizar sus posibilidades de avanzar en la vida", afirma Pérez Palmis.
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