Perfiles en busca de profesión
La Politécnica de Valencia enseña a los alunmos sepan gestionar sus carreras
"Las empresas ya no piden profesiones, piden perfiles". Rita Campillo, directora del Centro de Orientación e Información para el Empleo de la UPV (Universidad Politécnica de Valencia) insiste en esta situación cuando habla de las acciones formativas que organizan. Talleres de varios días de duración con los que se pretende ayudar a los estudiantes a identificar y potenciar sus habilidades, a conocer sus fortalezas y carencias, a tomar decisiones, a buscar y analizar información o a resolver conflictos. A adquirir confianza y encontrar, dirigir y gestionar bien su carrera profesional a lo largo de toda su vida, en definitiva.
Campillo explica que la UPV fue la primera en España "que empezó a hacer orientación profesional". Hace 14 años de eso y desde entonces tanto la oferta como la demanda han crecido. Durante el último curso este servicio se tradujo en 2.140 horas de formación para 800 alumnos. La media de edad de los participantes en estas acciones que organiza la UPV está entre los 22 años y los 26 años. Rita Campillo explica que entre los participantes hay una mayor presencia de estudiantes de Ingeniería Técnica Industrial, de Ingeniería Industrial y de Agrónomos.
El pasado jueves, uno de estos cursos estaba en marcha. Durante el receso para el café, Inmaculada Badenes, una de las profesoras que imparte estos cursos, señala uno de los carteles que hay pegados en la pared. "Conócete a ti mismo" y "Nada en exceso", dice, son las dos máximas sobre las que se " cimientan los cursos". Los diez estudiantes que esa mañana participan en el curso, de tres horas diarias durante cinco días, llevan carteles con sus nombres. En otras ocasiones, se les ha pedido que el cartel contenga una palabra que les defina. El objetivo final, en cualquier caso, es que los estudiantes pierdan el miedo a hablar. El curso va especialmente dirigido a alumnos de los últimos cursos de carrera así como a los recién licenciados "que son los que se enfrentan a mayores dificultades paa acceder al mercado de trabajo, a causa de factores como el desconocimiento de los requisitos que exigen los ocupadores", explica la organización. "Aquí hay gente que está haciendo el proyecto o está ya titulada, pero están muy desorientados en definitiva", comenta Inmaculada Badenes en general. Por ello, entre los ejercicios que realizan hay algunos de "diagnóstico" de los participantes. Diagnóstico que se combinará con la superación de problemas y miedos. Los cursos -denominados Búsqueda Activa de Empleo, Desarrollo de Habilidades Sociales para la Ocupación, Proyecto Profesional o Evaluación Psicoprofesional, por citar algunos- incluyen "muchas situaciones prácticas para que los estudiantes desarrollen las habilidades necesarias para buscar y desempeñar" un empleo.
"Estamos en alta mar", empieza uno de los ejercicios que se realiza en el taller de Entrevista, "hay solo un bote salvavidas que soporta a dos personas" y cada uno de los participantes debe argumentar la razón por la que cree que debe ser el que sobreviva. Simulacros de situaciones reales o ficticias en busca de dar más confianza y "armas" a los estudiantes. La atención al grupo deriva en otra más individualizada en el transcurso de los talleres.
La experiencia de estos años indica al Centro de Orientación e Información para el Empleo que los alumnos "suelen hacer más de un curso". "Algunos hacen hasta cinco o seis", explica su directora. Rita Campillo asegura, además, que a pesar de que los seminarios dan créditos a los estudiantes, la encuesta de evaluación que realizan entre ellos les hace concluir que "ni un 2% de los participantes lo hacen por los créditos".
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